Voces cubanas en Estados Unidos
Dos reconocidas instituciones del canto coral en Cuba, Schola Cantorum Coralina y el Coro Entrevoces, cautivan al público estadounidense como parte de una gira por esta nación.
De acuerdo con medios de prensa, el debut en Estados Unidos de Schola Cantorum Carolina, agrupación que dirige la maestra Alina Orraca, tuvo lugar en la Iglesia de St. Anne, en Annapolis, capital del estado de Maryland, con un programa variado que abarcó desde el clásico Salve Regina hasta obras cubanas como Iré a Santiago, Quiéreme mucho y la Guantanamera.
La versatilidad en el repertorio del ensemble vocal también incluyó temas como Qué rico e y La aporrumbeosis, del músico y compositor cubano Guido López Gavilán, en tanto la acogida del público estuvo acorde con la entrega y virtuosismo de los artistas, precisan los reportes.
La visita de Schola Cantorum Carolina a Norteamérica se produce en el marco del Serenade International Choral Series coordinado por Classical Movements, organización radicada en Virginia que facilita el intercambio cultural con orquestas y grupos artísticos foráneos.
Fundado en 1993, este coro mixto sobresale por su trabajo en la formación de las nuevas generaciones que, al decir de Orraca, son la cantera del coro profesional que dirige.
Entre una veintena de reconocimientos y lauros nacionales e internacionales destacan el Gran Premio Cittá d´Arezzo 2006, uno de los más importantes del mundo, y numerosas presentaciones en las principales salas de concierto de Venezuela, Brasil, Italia, México, Ecuador, Argentina, Chile, España y Francia con elogios de la crítica.
Mientras, el coro Entrevoces, dirigido por la maestra Digna Guerra, ofreció una primera presentación en la iglesia South Church, ubicada en la ciudad de Portsmouth, del estado de New Hampshire, donde interpretaron obras del repertorio coral universal.
Otras cubanas y negros espirituales como Swing Low; Swing Chariot; Nostalgia de serenata, de López Gavilán; Lux Aurunque, de Eric Whitacre; Bonito y sabroso, de Benny More; y Soy la rumba, de Norberto Shand, hicieron las delicias del público, según declaraciones del representante de la agrupación, Benjamín Suárez.
Entrevoces fue creado en 1981 como un proyecto para trabajar con melodías de todas las épocas y estilos. En poco más de tres décadas atesora múltiples galardones como los ocho cosechados en el 2011 durante su participación en los certámenes Harmonie, Mainhaussen y Marktoderdorf, considerado este último el más riguroso de Europa.
(Con información de Prensa Latina)
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