El Barcelona falla
Tres balones al palo y un buen puñado de ocasiones claras con más del ochenta por ciento de posesión del balón no fueron suficientes para que el Barça superase la escrupulosa defensa que plantó el Celtic de Glasgow en su estadio y los de Vilanova caen derrotados por dos tantos a uno, que permite a los escoceses seguir soñando con el primer puesto.
Tres veces chutaron los locales a la portería de Valdés y en dos de ellas celebraron goles. El dominio fue abrumador e insultante de los azulgranas, pero los de Lennon hicieron un partido defensivamente perfecto. Como en el Camp Nou, pusieron toda la flota de autobuses de un magnífico Foster. Seguro que muchos dudaron esta noche que los aciertos del guardameta que atormentó al Barça sean casualidad.
Sesenta mil gargantas embrujaron al Barça más reconocible en muchos partidos e impidieron que los de Vilanova lograsen la clasificación por la vía rápida. Los azulgrana han empezado tres de los cuatro partidos de Champions de esta temporada, antes habían logrado remontar el encuentro, pero a la tercera fue la vencida.
Con la ausencia de Busquets tomó protagonismo Song, que no pasó de ser un cumplidor. Agresivo en defensa, pobre en la construcción. Fue Xavi el que asumió el papel de distribución desde el inicio de las jugadas. Al menos al comienzo, cuando no parecía un monólogo el partido.
El Barça falla en el partido que Vilanova consideraba como el más importante de lo que quedaba de temporada. Lo hizo porque sus rivales aprovecharon los dos únicos errores defensivos que tuvieron todo el partido. El primero sucedió en un córner en el que Jordi Alba no pudo ganarle en el salto a Wanyama, bastante más espigado que él. El lateral no fue lo suficientemente agresivo en una batalla que tenía perdida de antemano.
Antes Messi ya había avisado de que esta sería la noche en la que quería dedicar un gol a su hijo recién nacido. El argentino lo intentó desde el principio, pero la falta de puntería y el larguero tras intervención magistral de Foster impidieron que abriese el marcador.
El gol en contra no cambió al Barça que continuó con su ingrata labor ante un rival que plantó la defensa, desde el minuto 20, en la frontal del área. Alexis volvió al once y, pese a demostrar su habitual espíritu de lucha, de nuevo estuvo aciago ante la portería rival. Al filo del descanso el chileno se encontraba de nuevo con la madera tras un cabezazo demasiado ajustado.
La segunda parte fue un déjàvu de la primera y de los noventa minutos del Camp Nou. El Barça seguía buscando el gol y el Celtic encerrado, viviendo de las capacidades de su portero. Vilanova tardó en hacer cambios. A falta de veinte minutos Villa, el hombre gol, Piqué, que reaparecía, y Cesc entraron en el partido.
El Barça se animó con las carreras de Messi, que siempre aparece. La Pulga tenía que caer a la banda para poder entrar más en juego, pero ni así lograba ver puerta. Y cuando el partido agonizaba, el Celtic encontró el segundo en un saque de puerta de Foster. Xavi y Mascherno midieron mal y Watt en carrera, batió a Valdés por abajo.
El Barça certificaba su primera derrota desde que el Madrid le superara en la Supercopa, pero esta era diferente. Como ante el Inter o el Chelsea en ediciones anteriores, el Barça no pudo entrar ante los embudos que sus rivales le plantearon. El postrero gol de papá Messi sólo sirvió para que la dedicatoria más esperada, el argentino se llevó el pulgar a la boca, se quedara en algo rápido y tímido.
(Con información de La Vanguardia)
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