Industriales ganó, y Los Tigres siguen «a la my love«
Vladimir García, de Los Tigres
Hace algunos años, cuando Víctor Mesa vestía de naranja y el estadio Sandino era su santuario, el explosivo mentor declaró que Industriales era un equipo abusador si lograba ventaja, pensamiento que debe haber rondado en su mente una y otra vez en el quinto partido de la final occidental del béisbol cubano, ganado categóricamente por los Azules.
Desde el mismo primer capítulo tomaron la delantera los capitalinos por cuadrangular de tres carreras de Alexander Malleta, suficiente para explotar a Yohan Hernández, pitcher al que le queda mucho tiempo para mostrar su valía en pleitos de máxima envergadura; por ahora queda en deuda.
Tras perder a su abridor, Víctor sintió como nunca la ausencia de Yoanni Yera, Félix Fuentes, Maikel Martínez y Joel Suárez, inhabilitados para actuar la víspera.
Ninguno de sus relevistas anduvo fino e Industriales abrió el cerco definitivamente por oportunas conexiones de Juan Carlos Torriente (tres jits y similar cantidad de anotadas más dos remolques) y Serguey Pérez (tres sencillos y una propulsada). Quien sí demostró un nivel de compromiso extraordinario fue Odrisamer Despaigne, inmenso en la lomita para poner a su equipo 3-2 arriba en el play off.
El derecho trabajó con cinco días de descanso —su ciclo durante toda la Serie—, y pese a no estar tan efectivo con el cambio de velocidad y perder por momentos el comando de sus envíos, metió el brazo y supo controlar las situaciones límite, bien defendido además, sobre todo por Rudy Reyes, Torriente y Malleta.
“Lo más difícil de lanzarle a Matanzas radica en que todos sus bateadores tienen mucho contacto con la bola y debes combinar constantemente si deseas salir airoso”, señaló Despaigne, quien a ratos mostró dotes de bailarín, tal vez en busca de concentración en el box.
Matanzas bateó, pero no produjo, pecado mortal que hasta el momento les va pasando factura en esta contienda. Baste decir que han conectado 48 inatrapables por 42 los Azules, pero les ha faltado el batazo a la hora buena.
Ahora los Leones están a un paso de alcanzar la final por segunda vez en tres campañas, y para lograrlo tendrán que obtener al menos un triunfo en la Atenas de Cuba, con el público en contra, que de seguro empujará bien fuerte.
Vladimir ensilló a los Alazanes
BAYAMO.—A pesar de la rebelión granmense en el noveno episodio, avalada por los cuadrangulares de Alfredo Despaigne (número 40 de la temporada) y Urmaris Guerra, Vladimir García metió el brazo y guió a Ciego de Ávila a su tercera victoria, 3-2 sobre Granma, para poner en punto de mate la final oriental en el Mártires de Barbados.
“Me sentí bien, con buena velocidad, aunque esos lanzamientos se me quedaron muy nobles y ellos son buenos bateadores y los aprovecharon”, sentenció el Cañón de la trocha, quien llegó al epílogo con 110 lanzamientos, ocho ponches y cinco hits permitidos. Aun así consiguió su cuarto éxito de los play off, número 14 en línea y 18 de la temporada.
Los Alazanes salieron a la grama prácticamente sin mucho respaldo de su afición, en buena medida decepcionada por los abultados marcadores adversos, el pobre accionar de su novena, y criticando las decisiones del mentor Alejandrez, quien por cuarta ocasión en línea, hizo cambios en la batería: Carlos Benítez nuevamente subió al segundo turno, Roel Santos bajó al noveno, y como designado y sexto se desempeñó Guillermo Avilés.
“Durante toda la temporada tuvimos problemas para estabilizar ese puesto, de ahí los cambios. Estábamos frente a un gran pitcher, Soto lo hizo muy bien, pero no salió el batazo a la hora buena. Esos dos jonrones del cierre pueden significar el despertar. Anímicamente estamos bien, con deseos de ganar, y esperamos que Leandro o Ciro —posibles abridores de hoy— contribuyan a cerrar la serie”.
De nuevo los tigres castigaron la bola rápida del diestro Alberto Soto en la apertura, combinaron hits de Raúl González y Rusney Castillo para abrir el marcador.
La ventaja se amplió en el cuarto y séptimo capítulos, donde las huestes de Roger Machado pisaron el plato en una oportunidad, impulsadas por el máscara Lisdey Díaz y nuevamente Castillo.
A propósito de Despaigne y su vuelacercas número 40, el slugger argumentó que su novena no atraviesa un buen momento ofensivo. “Hemos jugado más de 100 partidos, solo me perdí uno en la etapa regular, me siento un poco cansado, pero este final influye mucho para el choque de mañana. Salí a conectar una recta, pues Vladimir me había dominado dos veces con rompimiento”, ahondó la bujía granmense, quien salió de su slump, tras ocho turnos sin batear de hit y de 23-4 ante el staff avileño, al que curiosamente no le había despachado Mizuno-200 alguna.
Hoy, a partir de las 8:30 p.m., el diestro Yander Guevara tratará de sentenciar la semifinal, mientras los Alazanes confían en que su ofensiva salga del bache para iniciar la remontada.
(Con informaciones de Periódico Granma)
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