Tigres y Cocodrilos bailan al compás del son
Yorelvis Charles la desapareció con las bases llenas. FOTO: ALBERTO BORREGO
Ni Ciego de Ávila es tan abrumadoramente superior, ni la cara de Granma será todos los días la de anoche. Al menos eso se espera de esta semifinal oriental. Lo cierto es que el abrumador supernocao de 20-0 pone en posición desventajosa a los visitantes.
Desde las 3:30 p.m. la afición colmó las 6 125 butacas del José Ramón Cepero para apoyar los zarpazos de sus huestes. Y los suyos no los defraudaron, en la misma apertura la emprendieron con el diestro Alberto Soto, le llenaron las bases sin out con tres jits seguidos, el último en perfecto toque de bola del versátil Rusney Castillo.
Nuevamente la defensa hizo aguas, el torpedero Marcos Fonseca falló en un lance fácil de Yorelvis Charles, que pudo haber sido doble matanza por el home, pero los nervios le pasaron factura. La mecánica de los Alazanes continuó fallando y un innecesario tiro a la goma sobre fly de sacrificio de Isaac Martínez posibilitó el avance a tercera y segunda de Rusney y Charles, con solo un out en la pizarra. Yoelvis Fiss se encargaría de sentenciar el partido desde su apertura, con triple al left-center que limpió las almohadillas y expulsó del box al abridor Soto, sustituido por el también diestro José Armando Peña.
El vendaval era incontrolable. Peña, rápido pero muy al medio, recibió otro duro castigo sin retirar rival alguno, algo que tampoco pudo impedir Ramiro Ferral, sin la ayuda guante en mano del antesalista Carlos Benítez, indeciso tras fildear roletazo inofensivo de Raúl González, lo mismo sucedió a continuación a Ramón Tamayo. Y para ratificar el axioma de que los errores cuestan… Yorelvis Charles la desapareció con las bases llenas.
En el segundo la situación fue todavía más tortuosa para la tropa de Indalecio Alejandrez. Mario Vega, con doble a tierra de nadie puso el marcador de supernocao. Su víctima fue el zurdo Asiel Diez, quinto serpentinero de los visitantes que desfiló por el montículo.
Del resto y con tan holgada ventaja se encargó el diestro Vladimir García con solo dos jits permitidos, su tercer éxito de esta postemporada y el número 14 en línea, desde el 27 de enero cuando cayó 1-2 ante el no menos estelar Yadier Pedroso. Fiss y Charles fueron los que mayor estrago causaron con sus bates, al disparar sendos cuadrangulares y cinco remolques cada uno.
Hoy de nuevo a las 8:30 p.m. se verán las caras, los anfitriones en busca de otro triunfo, aprovechando su desborde ofensivo, y los Alazanes irán por la igualada, de la mano del derecho Yander Guevara y el zurdo Leandro Martínez en cada caso.
RIPOSTARON LOS COCODRILOS
Recuerdo las vuvuzelas del Mundial de Fútbol de Sudáfrica’10. Su sonido era atronador, diría que casi desesperante, pero no tanto como el del inmenso lote de cornetas rojas esparcidas por todo el parque Victoria de Girón en la final Occidental, cuyo bullicio sacó de paso hasta al más paciente ser humano, menos a los peloteros.
Ellos, matanceros e industrialistas, hicieron caso omiso del ensordecedor ruido y se enfrascaron en un cerrado duelo que se inclinó a favor de los locales, impetuosos desde el mismo primer capítulo, en el que le anotaron dos veces al abridor Ian Rendón, demasiado noble mientras duró en la lomita.
Su sustituto, Darwin Beltrán, controló a medias a la artillería local, tal vez un poco fuera de pitcheo por un descanso prolongado en exceso —ha lanzado dos entradas en más de 20 días—. En el momento crucial, no pudo dominar a Ariel Sánchez, que tenía apenas un jit en 24 turnos frente al pitcheo azul, y después recibió el castigo de Guillermo Heredia y Manuel Benavides.
Víctor Mesa tuvo las ideas claras e invirtió la alineación con excelentes dividendos, pues la tanda alta, a base de Heredia, Benavides, Gracial, Santoya y Herrera —todos derechos—, funcionó a las mil maravillas, impulsando cinco de las seis anotaciones matanceras.
“Jugamos exacto, los cambios en la alineación, condicionados por el lanzador que teníamos delante, nos salieron a la perfección y ahora viajamos con la serie empatada al Latino, un escenario muy complicado”, afirmó el director de los yumurinos.
Aquello tan demandado por Lázaro Vargas de tomar la iniciativa y presionar al rival en cada jugada, los azules no lo pudieron hacer, o más bien no se lo permitieron, sobre todo desde la irrupción en el quinto del relevista Joel Suárez, lanzador de mucho control que cuando logra dibujar sus envíos en la zona baja se torna indescifrable.
En la etapa regular ganó siete partidos, tres de ellos como relevista, rol en el que trabajó para promedio de limpias de 2,39, con 31 ponches y apenas siete boletos en 37 y dos tercios de labor, números que justificaban su utilización en un choque crucial. Con este triunfo, Víctor Mesa rompió un maleficio, pues como manager acumulaba nueve derrotas en línea frente a Industriales en postemporada.
Hoy será día de descanso para estas novenas y mañana, en el estadio Latinoamericano, se espera un duelo entre los derechos Maikel Martínez, ya confirmado, y Frank Montieth, por Cocodrilos y Leones, respectivamente.
(Con información de Periódico Granma)
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