También el Real Madrid quedó fuera de la Liga de Campeones
Aunque hasta hace poco el mundo del fútbol estaba seguro de ver un Barça-Real Madrid en la final de la Liga de Campeones, los catalanes, actuales campeones, fueron eliminados por el Chelsea el martes, y este miércoles, los blancos han sido apeados por el Bayern de Múnich.
El conjunto blanco venció en la vuelta a los alemanes por 2-1, el mismo resultado que el Bayern logró en la ida en su campo, con dos goles del delantero portugués Cristiano Ronaldo (uno de penal), pero no pudo certificar su pase en la prórroga y cayó en el lanzamiento de penales, donde fallaron el propio Ronaldo, el brasileño Ricardo Kaká y el español Sergio Ramos.
El estadio Santiago Bernabéu, coliseo madridista, preparado para una gran noche europea, se terminó llevando una gran decepción.
El Barcelona, considerado el mejor equipo del mundo actualmente, tampoco ha podido con este desafío que ningún equipo continental ha logrado superar desde que la Copa de Europa pasó al formato de Liga de Campeones (1993): ganar dos veces consecutivas la Copa de las grandes orejas.
Y el Madrid, que se podrá consolar con un título de Liga que tiene prácticamente asegurado con sus siete puntos de ventaja sobre los azulgrana a cuatro jornadas del final, deberá seguir teniendo paciencia para ganar la famosa “Décima”, su décima Copa de Europa.
A pesar de la eliminación de los dos grandes, el público español todavía puede soñar con la Europa League -con tres semifinalista ibéricos (Atlético de Madrid, Valencia y Athletic de Bilbao) de cuatro- para intentar olvidar sus penas.
Chelsea y Bayern de Múnich han frustrado esta temporada las ambiciones de un fútbol español que, con el doblete del Barcelona, ganador de la Liga y la “Champions” la pasada temporada y el encadenamiento Euro-Mundial de la selección española, parecía reinar sin rivales en el mundo del fútbol.
Con un estilo y un recorrido algo menos brillante que los dos clubes españoles -tanto los bávaros como los ‘blues’ cayeron en sus respectivos campeonatos nacionales-, alemanes e ingleses han recordado que hay soluciones para contrarrestar la “furia” ofensiva del Real Madrid o el juego de toque del Barça.
Los catalanes, hiper-dominadores pero que fallaron en la definición, se estrellaron en el muro defensivo y el juego de contraataque del Chelsea, mientras que los merengues pecaron de unos errores defensivos, aparte de mala fortuna en el lanzamiento de penales tras la prórroga, que supieron aprovechar los hombres ofensivos del Bayern.
Sin embargo, sería demasiado ver en este doble fracaso un final de reinado evidente del Barcelona o una repetición de fallos del Madrid.
Después de todo, basta con mirar el palmarés de la Liga de Campeones para constatar que este bache de los clubes españoles está también motivado por un principio lógico de alternancia: cuando los años 2006, 2009 y 2011 eran del color azulgrana del Barcelona, 2008 fue el renacimiento del fútbol inglés y 2010 la reafirmación del fútbol italiano y alemán.
Tampoco es seguro que este contratiempo de los clubes españoles se acabe reflejando en la actual hegemonía de la ‘Roja’. Por un lado, porque los principales elementos de la selección, ya sean del Madrid o del Barça, espoleados por sus fracasos con sus clubes, estarán más motivados para la Eurocopa que les espera en junio en Polonia y Ucrania.
Por otro lado, porque estas decepciones parecen coyunturales y no deberían suponer el fin de un modelo de juego -el del Barça con una clase superior al del Real Madrid- que ya demostró lo que vale en la Eurocopa de Austria y Suiza-2008 y el Mundial de Sudáfrica-2010.
Lo que usted no vio
- El entrenador del Bayern Múnich, Jupp Heynckes, no se libró de los pitos de la grada cuando se anunció su nombre por megafonía, aunque fueron menos ruidosos que los recibidos por sus jugadores e incluso hubo hinchas del Real Madrid que aplaudieron. No olvidan que con él en el banquillo, se conquistó la séptima Copa de Europa.
-El espíritu de Juanito estaba más vivo que nunca porque el rival de enfrente era el Bayern, contra el que protagonizó el delantero español épicas batallas culminadas con el lamentable episodio del pisotón a Lothar Matthäus y su posterior arrepentimiento.
- El nivel de decibelios en el estadio era atronador y no decreció durante todo el encuentro, prórroga incluida. El público del Santiago Bernabéu se trasnforma con la Champions y anima de forma ruidosa. No hay ni comparación con el ambiente en los partidos de Liga. Los hinchas alemanes, que ocupaban la mitad de la parte de arriba del fondo norte, también aportaron muchos gritos… y un par de bengalas.
- Cristiano Ronaldo tiene ganada a la afición blanca. Su nombre fue coreado antes de lanzar el penalti, tras marcar el gol, después del segundo gol, tras realizar una galopada… ¡Incluso tras fallar el penalti en la tanda! Es uno de los cánticos más repetidos, y eso sin contar cómo sube el nivel de murmullos simplemente cuando coge el balón porque los hinchas locales esperan lo mejor.
- El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, desgastó el área técnica porque no paró de moverse por ella, y muchas veces salir. Heynckes también hizo muchos metros delante de su banquillo, y es que no estaba la noche para sentarse con una final en juego, salvo para hablar con los ayudantes por algún incidente del juego o estategia a seguir.
-La piña del Real Madrid en su campo antes de la prórroga. Titulares, suplentes y cuerpo técnico estuvieron varios minutos reunidos y al acabar provocaron la ovación de la grada, la vitamina necesaria para jugar los 30 minutos adicionales.
- Esteban Granero y Gonzalo Higuaín acabaron aburridos de calentar en la banda. Estuvieron la mayor parte del segundo tiempo y toda la primera prórroga, pero Mourinho no les daba entrada. Entre tanda y tanda de ejercicios no perdían detalle de lo que pasaba en el campo. Higuaín entró al inicio de la segunda parte por un Karim Benzema agotado, Granero entró más tarde.
- Al pitar el árbitro el final de la prórroga, el Bernabéu coreó el nombre de Iker Casillas, y justo antes de cada lanzamiento de penalti alemán. Le tocaba al portero hacer su papel de santo e hizo su parte al parar dos penas máximas, pero no fue suficiente. La final será Bayern - Chelsea, pero la afición del Real Madrid despidió a los suyos con una atronadora ovación mientras los futbolistas del Bayern celebraban su clasificación en la esquina del campo donde estaban casi todos sus paisanos en la grada superior.
(Con información de agencias y La información)
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