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soyquiensoy (Ricardo R. González)

«Con 2 que se quieran» Manolo Micler (Parte II)

«Con 2 que se quieran» Manolo Micler (Parte II)

Amaury. Ahora, el momento ese del retiro. Hay gente que dice: sufrí cuando tuve que retirarme porque yo quería seguir bailando, pero estas piernas no dieron más. Y hay otras personas que dicen, piensan o sienten: Ay, ya esto se acabó, qué alivio, a comer, a engordar y a vivir. ¿Cómo fue tu caso?

Manolo. Bueno, tengo que decirte que en la mayoría de los casos cuesta mucho trabajo que el bailarín asuma el momento de decir adiós. Pero yo, en el caso mío, yo soy un bicho raro en este sentido. Dije, es preferible que la gente me diga ¿por qué te retiraste?, a que comenten: ¿Y este, hasta cuándo?

Amaury. ¿Cuándo se va a retirar?

Manolo. ¡¿Cuándo se va a retirar?! Entonces yo eso lo tuve claro, y me retiré, creo que en el momento justo. En el momento que estaba en plena capacidad, y además yo tenía una inclinación muy marcada hacia la creación coreográfica. Me gustó mucho.

Amaury. ¿Y ya siendo bailarín lo habías hecho?

Manolo. Siendo bailarín lo había hecho. Mi primer trabajo fue en 1974, hice un Zapateo. Yo me siento privilegiado, un hombre realizado en el sentido que he asumido toda la cultura popular tradicional. Y realmente he hecho de todo; música popular, danzas de los Orishas, bailes congos, La danza de los apalencados. O sea, que yo…

Amaury. Los Apalencados, esa es una obra muy, muy fuerte y muy popular.

Manolo. Sí, sí. La danza de Los apalencados, es una obra que ha impresionado en todos los lugares donde nos hemos presentado en el mundo entero. En todas partes que el Conjunto ha ido, ha tenido mucho éxito.

Amaury. Es que es bueno también recordar, aunque en este programa normalmente no hacemos este tipo de promociones, que el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, es uno de nuestros grupos artísticos que más países ha visitado. No sé si quedan países…

Manolo. Bueno, yo te digo, yo soy bastante malo con los números, pero te puedo decir que más de 80 giras internacionales ha hecho el Conjunto. Yo creo que nos queda Australia y algunos países asiáticos que no hemos visitado. Pero hemos visitado muchos países de Europa, de América, del Sur y del Norte, del Centro, y el Caribe.

Amaury. Y África.

Manolo. Y África, hemos estado en giras artísticas por Angola, Mozambique, Ghana, Zambia,  Argelia, quisiéramos ir a más.

Amaury. Yo creo que África es indispensable para el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, es absolutamente indispensable. Y tú me decías hace un ratico, Manolo, de tu manera muy particular de hacer coreografías. Cuando tú dices; mi manera muy particular, es  ¿cómo se hace una coreografía?

Manolo. Bueno, lo primero.

Amaury. ¿O cómo la haces tú?

Manolo. Bueno, yo pienso que, lo primero, querer ser coreógrafo, gustarte hacerlo. En segundo, tener el rigor para estudiar, porque sobre todo en nuestras tradiciones, nosotros tenemos que, a la hora de coreografiar, tener bien claro la danza original como es, su coreografía y a partir de eso, desarrollarla. No traicionar la esencia folclórica. Pero eso sí, no desechar la posibilidad de la innovación. De agarrar las técnicas de otras manifestaciones que puedan servir para magnificar, para engrandecer, para hacer sentir orgulloso a nuestro pueblo de sus tradiciones. Además, tener presente las tendencias que hay en el mundo en la actualidad desde el punto de vista coreográfico, nosotros no podemos vivir de espaldas a la realidad, porque nosotros mismos estamos cambiando constantemente.

Amaury. Es que no pueden convertir el ballet folclórico en una cosa museable.

Manolo. Claro, en un museo, y ese es el objetivo del Conjunto desde sus inicios. El Conjunto no es un museo, porque nosotros no hacemos folclor, el folclor lo hace el pueblo. Una rumba no está hecha para ser puesta en un escenario, es para gozar en el solar.

Amaury. Claro.

Manolo. O, por ejemplo, las danzas dedicadas a Yemayá son para comunicarse con los Orishas en un toque de Santo.

Amaury. A ver, pero voy a seguir curioseando, para yo estar tranquilo y para irme para mi casa esta noche con la tranquilidad de que sé un poquito más del folclor. En el Ballet Clásico hay una serie de pasos, cada paso tiene nombre, tienen sus nombres, nombres devenidos del francés, prácticamente todos.  Cada uno de esos pasos que uno ve, cuando uno ve el Conjunto Folclórico, ¿tienen nombres también?

Manolo. Bueno, hay algunos nombres, por ejemplo, sobre todo los toques, y uno identifica, digamos, determinados pasos con el toque que hace el tambor. Digamos, el chachá lukafú.

Amaury. A ver.

Manolo. Chachá lukafú es un paso que es común para todos los Orishas y cambia la gestualidad. Es un paso muy sencillo, bueno, entre comillas sencillo, no es tan fácil. Pero que cambia la gestualidad en dependencia de, si es Oggún, hace como si estuviera cortando, si es Changó, pues atrayendo los rayos y llevándolo a la pelvis, si es Yemayá es ese mismo paso, pero con movimiento de la falda que simboliza el movimiento del mar.

Amaury. Sí, pero cuando tú dices vamos a hacer aquí Oggún y empieza el toque, ya los bailarines saben que va.

Manolo. En dependencia del toque que sea, porque cada paso, o sea, yo puedo en determinado momento, como por ejemplo, yo acabo de hacer en Eshu, una coreografía que lleva un Pas de trois que yo hice, de Eleguá, la entrada de los Eleguá no es con un toque específico de Eleguá. Sino yo escogí otro, que por la riqueza de ese toque, yo lo cogí para la entrada. Y ahí me apropio de las técnicas de danza moderna y se lo aplico.

Amaury. ¿Y tú no tienes que pedir permiso a entidades divinas para eso?

Manolo. Para nada.

Amaury. No tienes que ir a tu altar y…

Manolo. …No, dice el folclor, la amistad a un lado y el ñañigo por separado. Una cosa es Manolo religioso y una cosa es Manolo artista, aunque para mí eso sea fuente de inspiración. Aunque para mí eso sea la vida. Eso no tiene nada que ver.

Amaury. Pero no tienes que pedir permiso cada vez.

Manolo. No, para nada.

Amaury. Voy a violentar esto, voy a hacer lo otro.

Manolo. No, no, eso son fanatismos que no tienen nada que ver conmigo.

Amaury. Ahora, yo quisiera que tú me hablaras de una persona que ya nombraste, dijiste, mi padrino, pero que es una persona capital dentro de la Cultura Cubana. Y yo pienso -y es mi criterio-, no lo suficientemente reconocido, y creo que cada día debíamos hacerle un homenaje a Lázaro Ross.

Manolo. De acuerdo.

Amaury. Quisiera que me hablaras de él.

Manolo. De acuerdo, de acuerdo, bueno, primeramente quiero decirte, Lázaro para mi criterio como artista, como artista folclórico es una de las voces más privilegiadas que tiene y ha tenido el folclor.

Amaury. Bella voz, bella que no tuvimos antes, ni tenemos todavía.

Manolo. Ni tenemos aún. Eso es por una parte. Por otra parte, Lázaro Ross es una persona que a pesar de no haber sido de estudios académicos, fue una persona que supo estudiar, profundizar en sus tradiciones. Los conocimientos que él tenía por tradición, los hizo, por ejemplo, escribió obras de teatro, como el Alafin de Oyó, que en su momento fue una obra que tuvo mucha importancia en el repertorio del Conjunto Folclórico. Hizo una serie de discos…

Amaury. …Aquí los grabó, en estos estudios…

Manolo. …Una antología que para mí es muy importante.

Amaury. …Ya estaba muy enfermo.

Manolo. …Ya estaba muy enfermo, pero es de una gran importancia, porque rescata los cantos más olvidados, él los tiene ahí, de todos los Orishas. Para mí la obra de Lázaro Ross es fundamental en la historia del arte folclórico en sentido general.

Amaury. No, y además, no tuvo ningún prejuicio cuando Carlitos Alfonso y Síntesis lo llamaron para que los asesorara haciendo aquellos primeros discos de Ancestros.

Manolo. Lo hizo con Mezcla, también.

Amaury. Con Mezcla, cómo no.

Manolo. Con Síntesis fue fundamental para ese disco Ancestros.

Amaury. Bueno, tú tienes una, vamos otra vez a la cosa personal.

Manolo. Sí.

Amaury. Tú tienes una familia.

Manolo. Sí.

Amaury. Tú estás casado.

Manolo. Sí.

Amaury. Tienes tres hijos.

Manolo. Cuatro.

Amaury. Aquí vive uno solo, ¿no?.

Manolo. Aquí vive la hija mía mayor. Los otros tres viven en el exterior.

Amaury. Viven fuera, pero tienes contacto con ellos, por supuesto.

Manolo. Si, acaban de venir en diciembre, se pasaron el fin de año conmigo.

Amaury. Háblame de Manolo Micler padre, y esposo.

Manolo. Bueno, yo me casé en dos ocasiones, me casé en mi primer matrimonio con Miriam, que tenemos muy buena relación, y la quiero muchísimo.

Amaury. ¡Qué bueno!

Manolo. La madre de mis primeros dos hijos Naet y Dasy, y, mi segundo matrimonio fue con Mayda Calle, bailarina de ballet, y cambió, viró de palo pa’rumba.

Amaury. De tutú para rumba. (risas)

Manolo.  Afortunadamente para mí, porque yo pienso que sin Mayda yo no habría hecho la carrera que he podido desplegar en todos estos años. Porque ella, incluso, hasta hay momentos en que sacrificaba su carrera, porque yo pudiera hacer la mía.

Amaury. Y además, tú tuviste hace poco, no quiero ser indiscreto, pero tuviste un accidente cardiovascular.

Manolo. Cardíaco. Sí.

Amaury. Que, por suerte, del que te veo total y magníficamente recuperado.

Manolo. Aché.

Amaury. Ahí está. Ahora, eso, me dijiste los primeros nombres de tus dos hijos, pero los otros dos.

Manolo. Los otros dos son: Moremi y Diudi.

Amaury. ¿Pero eso son nombres africanos?

Manolo. Sí, todos esos se los puso Rogelio Martínez Furé, que aparte de ser mi compañero de trabajo, y persona que yo admiro, mi maestro, es ya mi familia. Él es mi familia. Me bautizó a Moremi.

Amaury. ¡Ah!, ¿sí?

Manolo. Él fue el padrino de Moremi.

Amaury. Entonces es tu compadre.

Manolo. Sí mi compadre, él es mi familia. Su familia y la mía son…, yo me considero familia de Rogelio Martínez Furé. Y tengo mis nietas.

Amaury. Ah, ¿ya tú tienes nietas?

Manolo. Sí, tengo cinco nietos.

Amaury. ¡Qué bárbaro! Qué producción en esa familia.

Manolo. Nair, Naomi, que me dijo, procura mencionarme en algún programa tuyo.

Amaury. Pues ya la estamos mencionando.

Manolo. Naomi, está Cristiana, que es de Moremi, Cristiana y Aurora. De Diudi, tengo a Melí y de Dazi, mi único hijo hombre, tengo a Nicolás, mi único nieto varón.

Amaury. Bueno, me voy a ir acercando, Manolo, al final. Ahora, ¿Por qué tú crees que en los últimos años el trabajo del Conjunto no se ha hecho tan visible? Cuando yo sé que el trabajo del Conjunto sigue siendo tan importante y tan bueno, como el que ha tenido a lo largo de todos estos 50 años.

Manolo. Bueno, mira, deja ver cómo te digo esto. No es tan difícil, porque yo pienso que lo que hay es un problema de programación. Y los medios no alcanzan y han proliferado mucho los Grupos proyecto. Y entonces, no hay cama para tanta gente, como dice la canción y entonces, pues quizás, a lo mejor no tengamos la frecuencia de presentaciones que debíamos tener.

Pero el Conjunto tiene su espacio, pero es un espacio de participación popular, que son los Sábados de la Rumba.

Amaury. Los Sábados de la Rumba.

Manolo. No es un comercial ni mucho menos.

Amaury. No, no, pero eso es una cosa muy importante. Es un lugar donde la gente va y participa, y es una manera de intercambiar con el público.

Manolo. Nosotros les damos, pero recibimos a la vez de nuestro pueblo su sapiencia. Pienso que tenemos problemas serios con la divulgación de lo que hace el Conjunto. Por eso, a veces, los Conjuntos Folclóricos, también eso es una cosa que ocurre, que los artistas folclóricos la gente no los conoce. No hay programas donde los artistas folclóricos puedan ser más reconocidos. Los artistas folclóricos en general, los bailarines, los cantantes, los percusionistas, que yo quisiera hablar de los percusionistas, nosotros no tenemos escuela de canto ni de percusión cubana.

Amaury. Eso es tradición oral pura.

Manolo. Eso es tradición pura, eso es de oído a oído y de oído a corazón, que nosotros tenemos un proyecto de hacer esta escuela, que pienso que es muy necesaria.

Amaury. Bueno, ahora, yo quisiera que tú me hicieras una reflexión final con respecto a esa realización y esa felicidad que tú tienes, de haber logrado ser: un buen bailarín. Tú no pensaste nunca llegar a ser el director del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba. De haber logrado ser un buen hijo, un buen esposo, un buen padre, un buen aprendiz de tus maestros, un buen hijo de Yemayá, por lo tanto, un buen cubano. Quisiera que me dijeras.

Manolo. Bueno, te digo, yo pienso que todas las personas tenemos oculto adentro nuestro talento, lo que a veces uno no encuentra la manera de poder desarrollar todas esas potencialidades. Y, felizmente, hubo un enero del 59, que me dio la posibilidad de vivir un momento de efervescencia, donde la Cultura era algo importantísimo, empezando por la Campaña de Alfabetización. Me dio la posibilidad de codearme con personalidades, artistas, que a pesar de yo no ser una persona de estudios académicos, estar con ellos, diez, una hora, dos horas, eran verdaderas clases magistrales y te hablo de Roberto Blanco, te hablo de Nelson Dorr, te hablo de Adolfo de Luis, te hablo  de Berta Martínez, te hablo de Luís Trápaga, te hablo de Santiago Alfonso, mi maestro, gran maestro que me dio rigor. Te hablo de muchos compañeros muy difícil mencionarlos a todos.

Amaury. ¡Es imposible!.

Manolo. Que me perdonen si alguno se me olvida. Me siento realizado porque he podido hacer lo que he querido hacer. Y me siento muy feliz de vivir donde vivo. Y todo aquel que me conoce sabe, que yo fuera de Cuba, de este país, no puedo estar más de dos meses, dos meses y medio cuando más. Porque me gusta estar cerca de mis matas, me gusta ver a mis vecinos. Entonces, todas esas cosas unidas me han hecho a mí un hombre realizado.

Amaury. Bueno, yo te agradezco mucho, Manolo, que hayas venido. A mí me has aclarado una cantidad de cosas, espero que a los televidentes también. Te agradezco tu tiempo para venir a conversar un rato con Amaury, aquí en la televisión. Y quería terminarcon una frase que me parece fantástica: To iban eshu.

Manolo. ¡To iban eshu!, que lo que hicimos no pueda ser deshecho.

Amaury. Exactamente, te quiero mucho.

Manolo. Gracias.

Amaury. Gracias, muchas gracias.

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