«Con 2 que se quieran» Osvaldo Doimeadios (Parte II)
Osvaldo. Bueno, me han hablado mucho de él, del actor, del personaje que hacía, pero yo nunca lo vi.
Amaury. ¿Tú nunca lo viste?
Osvaldo. Yo nací en el 64.
Amaury. No, no, a lo mejor queda por ahí algún quinescopio.
Osvaldo. Me han hablado, muchas personas me han hablado de eso.
Amaury. Mamá Cusa Alambrito, la de la cabeza hueca y el cuerpo flaquito…
Osvaldo. …Y el cuerpo flaquito.
Amaury. Ahora, ¿por qué tú crees que…, -yo veo la televisión de algunos lugares, no voy a profundizar en eso,- y yo tengo la impresión de que te roban los personajes, Margot está robada, te la roban mujeres, te la roban hombres, te lo han robado de manera miserable, vil.
Osvaldo. Yo creo que… O sea, Margot…, cuando Pulido me llamó a trabajar en Sabadazo, Geonel Martín, (Gustavito), y Coqui, (Boncó), le hablaron de mi trabajo porque habían visto otros personajes femeninos que yo había hecho con Salamanca. Pulido primero quería que yo hiciera una viejita, que era la mujer del encargado que hacía “Churrisco”. El Churri que iba a salir del programa yo le dije. Mira, no quisiera casar a este personaje con nadie porque entonces eso me va a limitar el personaje. Yo le dije, mira, yo tengo una propuesta de un personaje que habla así, le hice la voz, porque realmente ya yo jugaba con la voz de Margot, pero yo no sabía cómo.
Amaury. ¿Cómo hablaba? Perdóname, yo sé que tú eres una persona muy seria, pero, háblame un momentico como hablaba Margot.
Osvaldo. No, mira, es que yo en el ISA jugando con amigos míos y amigas del ISA, María de los Ángeles, qué sé yo, con gente… primero hablábamos como si tuviéramos coriza. Así yo, a veces, dejé de ir al aula y cuando Ana Viñas venía, que ella iba hasta la beca, ¿qué hacen aquí?, qué sé yo. Y yo: profe, es que anoche yo estaba con coriza. Y ella: ya, tú quédate tranquilo. Y después un día llegué al ISA, teníamos un ensayo de Salamanca y yo llegué y les hablé a los muchachos: ¡ay, qué no sé qué cosa,(imitando la voz del personaje de Margot), con la voz así y ellos se empezaron a reír. Y yo dije, bueno, mira. Y de ahí empecé a jugar con eso, como ha sucedido con muchas otras cosas que yo he hecho. Y yo dije: mira, esto pudiera ir en el programa. Yo no sabía ni cómo iba a vestir al personaje. Entonces, bueno, le busqué toda esa manera de…
Amaury. …La barriga.
Osvaldo. Y entonces me fui para la casa, busqué -todo eso la grabación era al otro día-, yo le dije a Pulido: no, no, ya ese personaje está hecho.
Fue el primer día ese en que Cándido Fabré incluso se equivocó y me dio un beso, pobrecito, se equivocó (risas). Hizo una canción de eso luego. Y sí, fueron muchos años de Sabadazo y entonces tenía mucha gente que me imitaba en muchas partes, mucha gente ha hecho carrera con Margot, transformistas, no sé. Y efectivamente, en ciertos programas de otros canales, me he sentado…
Amaury. La televisión de Miami, hablemos claro, en la televisión de Miami te copian a Margot.
Osvaldo. A Margot y a Feliciano.
Amaury. Y a Feliciano también.
Osvaldo A Feliciano también y digo, bueno, hay que decir como Martí: Bueno, yo tengo más en mi casa. Porque qué voy a hacer. De hecho ese fue una de las motivaciones para hacer el disco Aquí cualquiera roba. Que bueno, el móvil del espectáculo es el robo, el supuesto robo de personajes que yo tengo que reconstruir para reconstruir los hechos, ¿no?. Pero no solo pasaba allá, pasaba aquí también con cosas que yo decía: Bueno, si estoy haciendo este chiste, ¿qué pasa con la propiedad intelectual de esto?
Amaury. Ahí voy.
Osvaldo. Entonces, si te empiezas a fajar vas a pasarte la vida de un juicio en otro juicio. Lo que sí traté de registrarlo en ese espectáculo y dejarlo registrado también ante el Derecho de Autor, porque bueno, un día me voy a levantar y no voy a tener repertorio. O sea, todo me lo van a haber robado y alguien…
Amaury. No, porque cambian las generaciones, y los que no se enteran qué pasa por ahí dirán: mira, este está copiando al otro.
Osvaldo. Exactamente.
Amaury. Una actriz que estuvo en el programa antes que tú, una humorista, yo le pregunté quepor qué había tan pocas mujeres humoristas y ella me respondió: porque ahora los hombres se visten de mujer ¿Qué piensas de eso?
Osvaldo. Yo creo que, mira, en Cuba, con la Revolución, pues todo el afán y la realidad, ¿no?, que ha sido el hecho de luchar por la emancipación de la mujer, pues también trajo aparejado que el tratamiento de la mujer siempre se vea como algo sagrado, como algo demasiado serio y entonces, cualquier mujer que se para a hacer humor, se está cuestionando que si eso no es lo representativo de la mujer cubana, y todas esas cosas. Y a veces la gente, yo creo que no sacan la cuenta que el humor no es estadístico, o sea, tú sacas a un médico que hagan cosas y no quiere decir que todos los médicos cubanos sean así, ni todas las mujeres sean así. Yo creo que eso ha sido una de las cosas que ha conspirado contra las mujeres haciendo humor. Y a partir de los años 90, con el período especial, pues muchos humoristas empezamos a escribirnos nuestros propios textos, porque hay una figura totalmente deprimida en la producción artística, que es el guionista. Muy mal pagado. Entonces por lo general, como en la mayoría de los casos coincide en que el que escribe es el propio humorista, entonces escribe para sí y dice: bueno, si esto es para un personaje femenino, ¿por qué no lo puedo hacer yo? Y yo creo que ha habido un poco de pragmatismo, hasta cierta medida, en eso. Pero sí, yo creo que este es un país de muchas mujeres con capacidades tremendas histriónicas y la vida lo ha demostrado.
Amaury. Pero es que las hubo.
Osvaldo. Las hubo y las hay todavía. Yo creo que faltan guiones y falta persistencia también. Y, a veces, también hay una cosa que yo les digo, por ejemplo, las grandes actrices cubanas que hicieron humor, Natalia, Consuelito.
Amaury. …Natalia Herrera, Eloisa Álvarez Guedes…
Osvaldo. Eloisa Álvarez Guedes
Amaury. Candita Quintana, Alicia Rico
Osvaldo. Aurora (Basnuevo).
Amaury. Rita Montaner.
Osvaldo. Bueno, todas.
Amaury. Muchas.
Osvaldo. Tenían una gracia, pero también tenían una cosa: no les importaba verse mal, verse, en algún momento, feas.
Amaury. Claro, claro.
Osvaldo. Y yo creo a veces hay…
Amaury. Siendo, casi todas, mujeres bellas.
Osvaldo. Sí, sí, pero, tú les descubrías le belleza, tú decías, pero es que es una mujer muy bella, pero que no les importaba verse mal. Y a veces las actrices se cuidan un poquito y entonces no quieren verse mal. Pero yo creo que, yo no lo veo como un grave problema, yo creo que es un problema…
Amaury. …Que se superará…
Osvaldo. …Que se superará.
Amaury. ¿Uno puede separar al ser humano; yo puedo separar a Doimeadiós en su vida personal, del humorista?, o sea, ¿yo podría pensar que tú eres muy serio en tu casa, muy serio en tu vecindario y muy simpático en el escenario?
Osvaldo. Yo creo que sí.
Amaury. Porque tú eres muy simpático siempre.
Osvaldo. He reflexionado sobre eso. Pero, por ejemplo, a veces la gente me dice: ¿tú estás bravo? (risas) Digo: yo, no, no, o sea, yo lo que soy muy introvertido. Parece que tengo un rictus en la cara de seriedad.
Amaury. Tú eres introvertido, pero dice un amigo mío, que las personas que son introvertidos, es un signo de ser inteligente. Cosa que me descalifica a mí completamente, porque yo no soy nada introvertido.
Osvaldo. No, pero pasamos un trabajo a la hora de entablar una conversación.
Amaury. Por ejemplo, cuando yo te llamé, cuanto yo te llamé para invitarte al programa, me dio mucha risa, porque tú me dijiste: ¿Y dónde va a ser, en los legendarios? No, no ahora lo vamos a hacer en Abdala, porque tuvimos problemas de trabajo allí, en el estudio del ICAIC se hacen películas. Tú me dijiste: bueno, pues, ¡abdelante!
Esa rapidez tuya está en tu vida también.
Osvaldo. Sí, sí, yo creo que eso es un ejercicio cotidiano que yo voy haciendo, y de hecho lo hago en mi casa, con mis amigos, con la gente cercana que tengo. En el lugar donde trabajo, en el grupo de teatro, donde quiera.
Amaury. Si tú eres un actor, con grandes éxitos también dramáticos, hablemos de los monólogos, si quieres lo hacemos ahora, de los monólogos que has estado presentando, que han sido muy exitosos y con unas críticas tremendas. ¿Por qué le gente prefiere relacionarte siempre con el humorista? ¿Por qué la gente separa eso? Es una pregunta recurrente, pero ¿por qué la gente clasifica tanto?
Osvaldo. Yo creo que el ser humano necesita clasificar, pero es algo que viene con los medios, ¿no?, también. Esto me sirve para esto, esto es para esto y esto para esto. Y de alguna manera, el público me ha identificado durante mucho tiempo, y ellos no tienen la culpa. ¿Para qué yo lo he estado haciendo?, ¿no? con una zona de mi trabajo, que es el humor y hay otra zona del público que, bueno, que va al teatro, que ha visto otras cosas. Algunas otras cosas en la televisión también que he hecho, que no son netamente humorísticas y entonces… Mira, yo creo que uno mismo colabora con eso. Yo creo que el actor mismo a veces se cierra los caminos, a veces se cierra…, se auto clasifica demasiado. Yo he tratado de escapar de eso y por eso desde el 2003, estoy trabajando con Carlos Díaz, en Teatro el Público.
Amaury. ¿Cuántas de estas obras has hecho ya? Josefina la Viajera es la que yo conozco. ¿Cuáles más has hecho?
Osvaldo. Bueno, con Carlos desde el 2003. Bueno, con Raquel hice Tartufo, que fue la última obra que Raquel dirigió, Raquel Revuelta, en el 2003. Y en el 2003, Ícaro, con Carlos y La loca de Chaillot, La ramera respetuosa, Arte, Fedra, Santa Cecilia, Josefina la viajera y bueno, a la par de ese trabajo con Carlos, pues he hecho otras cosas… Con Estorino estuve también en Parece blanca. Con Cremata también en un espectáculo…
Amaury. Parece blanca, es una obra deliciosa. Ahora, hablemos un momentico y cuando digo un momentico es porque quiero hacer un alto. Vamos a hablar de Vilma, de tu esposa y de tus niñas. Háblame de ella y háblame de los muchachos.
Osvaldo. Mira, yo creo que para mí…
Amaury. Hasta dónde se pueda hablar de eso.
Osvaldo. La familia tiene un peso fundamental en mi vida, o sea, y te hablo de la familia desde que nací. O sea, mis padres…
Amaury. …Tus abuelos.
Osvaldo. …Mis abuelos, mis tíos, porque siempre han sido el apoyo, han sido siempre como el cable a tierra. Y yo creo que todos estos años con Vilma, con Andrea, con Corín, con Luis Carlos, pues también ha sido algo que yo necesito. O sea, a veces esas cosas que tú dices: si yo no tuviera esto, -o al menos yo lo veo así-, si no tuviera esta familia, no podría hacer esta carrera.
Y bueno, les he robado, a veces, muchos momentos de mi vida, por dedicárselos al trabajo, pero trato de compensarlo, de estar el mayor tiempo posible en mi casa. O sea, no soy una persona de hacer vida de farándula, ni de aparecer en lugares por aquí y por allá. No, estoy ahí, en mi casa, es…
Amaury. Estás cada vez que puedes.
Osvaldo. Exactamente, cada vez que puedo.
Amaury. ¿Y si los muchachos te ven en televisión y te dan una opinión?
Osvaldo. Yo creo que ya ni me ven. Ya están tan obstinados de mí, que yo creo que ya ni me ven.
Amaury. Pero tú ensayas en tu casa.
Osvaldo. Son implacables y eso es bueno, eso es muy bueno.
Amaury. ¿También Vilma?
Osvaldo. También, implacable. Mis hijas, hay una que está estudiando actuación, la otra…
Amaury. ¿Qué edad tiene esa?
Osvaldo. Esa tiene 16. Y la segunda no, a esa no le interesa nada, pero, por ejemplo, cuando eran más chiquitas, yo, para estimularles la lectura, yo decía: Cuando yo le diga a tu hermana, yo la voy a escoger a ella para que lea, para obligarla a leer y entonces, si leía mal, yo decía: no, no, pero, vira para atrás, o sea, me lo sabía, pero jugaba un poco. Yo creo que la profesión me la he tomado también como una manera de jugar, de divertirme hasta las cosas más serias. No se puede toma la vida tan, tan, tan, extremadamente seria.
Amaury. Pero tú eres muy popular. ¿Y tú crees que las personas que son muy populares, a veces, se detienen en esa popularidad? o sea, no tienen un crecimiento, después, ascendente. Es que hay gente que dice: Siempre hay que ir a más, siempre hay que ir a más, no se puede uno encasillar (el término es un poco terrible) Bueno, pero ahí estaba Arredondo, estaba Miravalles y estaba Montezuma, que tenían personajes como muy bien afincados y sin embargo, iban llevando el desarrollo de sus carreras por otro lado. La popularidad no los mataba, no los aniquilaba. ¿Qué tú piensas de eso?
Osvaldo. Yo he tratado de hacer eso y de hecho siempre pienso, me considero un actor conocido, muy conocido en Cuba.
Amaury. Sí, eres muy popular.
Osvaldo. Pero el teatro te enseña la lección de que, una vez que se termina la función, todo se acaba. Hay que reconstruirlo al otro día. Y entonces, ese sentido del eterno comienzo, de volver a empezar todo desde cero al otro día, yo creo que eso es lo que le va dando a uno la pauta de cómo también llevar la vida y no envanecerse. Y no creerse nada, porque al final…
Amaury. …Es un ratico.
Osvaldo. Es un ratico, y hay que ponerle todo, disfrutar ese momento y prepararse para el otro que venga. Incluso no me gusta ver ni los programas míos. Me siento a verlo así en la televisión y empiezo a… Ni las películas ni.
Amaury. ¿No te gusta?
Osvaldo. No, no me gusta, no me gusta. Me pongo irascible. ¿Pero por qué tuve que hacer eso? ¿Por qué? Eso, no sé, no sé si a ustedes los músicos les pasa cuando se oyen en una grabación.
Amaury. No, los músicos somos muy vanidosos. Los músicos se escuchan constantemente y les ponen los discos a los demás.
Osvaldo. No, yo no, que va, yo no soporto eso.
Amaury. Y hay gente que anda en sus carros con su música puesta a todo meter y la ventanilla abajo, para que todo el mundo se entere de lo que están oyendo.
Oye, una última pregunta, Doimeadiós, últimamente se hace mucho humor político, no solamente en Cuba, en todas partes, en los periódicos, en los programas de televisión, en cualquier lugar del mundo. ¿Tú crees que el humor político mejora a la sociedad, la cura, la puede sanar?
Osvaldo. Yo creo que sí. Yo creo que el humor político maneja ideas, conceptos, y a veces tenemos, en el camino por ser inclusivos, por incluir al otro, a los otros, o a los demás, yo creo que hay que ser como más martianos: con todos y para el bien de todos. Si no es para el bien de todos, entonces, mira, no.
Pero yo creo que sí, que el humor político yo lo veo como algo beneficioso, útil y que también es una válvula para la sociedad, porque por esa vía se liman cosas, por esa vía, pues, moviliza el pensamiento, o sea, hace que el terreno se revitalice y que no quede todo así tranquilo, aburrido, chato.
Amaury. Claro. Bueno, pues esperemos que, por lo menos, nuestra sociedad, la que tanto queremos, la que tanto defendemos y por la que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa, sea un poquito más permisible, y que podamos, en algún momento, reírnos también de cosas, a veces tan serias, tan sobrias, tan secas. Tú eres uno de los que lo puede hacer y yo estaré en mi casa, mirándote y aplaudiéndote, como siempre, con todo mi cariño. Muchas gracias por haber venido. Mi amigo querido, mi socio.
Osvaldo. Gracias. Gracias a ti.
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Elizabeth -