A propósito de «Las Razones de Cuba»
Por Ricardo R. González
Las revelaciones del doctor José Manuel Collera Vento, pediatra de profesión, supuesto desafecto de la Revolución y presentado, este lunes 28 de marzo, como el agente Gerardo al servicio de los órganos de la Seguridad del Estado en el espacio televisivo «Las Razones de Cuba», evidencian que algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) van más allá de supuestos fines humanitarios para mostrar de manera abierta fines políticos y desestabilizadores.
El vínculo con marcados contrarrevolucionarios como Otto Reich y Frank Calzón demostraron que los intereses no abarcan solo a Cuba, si no que prevalecieron intereses en conocer los nexos con otros gobiernos del área como el de la República Bolivariana de Venezuela.
Apoyado en testimonios de todo lo que hace Cuba en favor de preservar la salud, y sobre todo en los programas especiales existentes para minimizar los efectos de enfermedades oncohematológicas en la edad pediátrica, quedó claro hacia qué lado se inclina la verdad en medio de historias archiconocidas.
Aun siendo un país con un bloqueo tendido por más de medio siglo, a pesar de contiendas y escaramuzas para tratar de asfixiarlo, el país mantiene más de 500 proyectos con ONGs que respetan sus postulados y mantienen una digna conducta.
Y cuando se habló de intereses vinculados con la Medicina Nuclear, vale aclarar que Villa Clara reinició las labores en este servicio luego de casi seis años de inactividad para la precisión de diagnósticos, o la praxis de terapias que demandan tecnologías y procederes del llamado Primer Mundo.
Su equipo rector es la Gamma Cámara, útil en los estudios funcionales y dinámicos de múltiples especialidades como cardiología, nefrología, endocrinología, hematología, oncología, y en casi todas las ramas clínicas que requieran de un diagnostico o seguimiento de padecimientos dterminados.
Otra de sus modalidades recae en la aplicación de la radioterapia metabólica ante dictámenes malignos y benignos de la glándula tiroides, el tratamiento de tumores neuroendocrinos y las metástasis óseas, dentro de un servicio territorial que abarca desde Villa Clara hasta Camagüey, y cuyo costo general sobrepasa los 100 mil dólares .
Entidades similares solo existen en Santiago de Cuba y en la capital cubana.
Según explicó el doctor Carlos Hernández Rodríguez, jefe del servicio ubicado en el hospital Celestino Hernández Robau, la sección atiende a unos 50 casos por semana, y en los próximos días contará con su sala de radioterapia metabólica para aquellos pacientes que demanden ingreso por la alta concentración de yodo que necesitan en su estudio, pues en 72 horas se elimina el 75 % del que recibe el organismo.
Nada, que Cuba sigue con sus sueños auque traten de eclipsarlos.
2 comentarios
Ricardo González -
Gracias por su comentario.
Anónimo -
Barbara