Ya Estereocentro reina en casa

Por Ricardo R. González

Foto: Ramón Barreras Valdés

El tiempo, el implacable, cobró sus saldos, y trató de doblegar al colectivo de la Emisora Municipal de Santa Clara al afectar parte de la estructura de la casona sede.

Sin embargo, no pudo. Y a pesar de los pesares, continuaron las trasmisiones desde un rinconcito de la CMHW que acogió con ganas a su discípula.

Allí, pasaron los meses, y la 93.5 FM Estereocentro surcó el éter sin dejar de cumplir su misión ni defraudar a sus seguidores.

Incluso regaló una programación de verano reconocida por esa premisa principal llamada oyente como principal destinatario de sueños, desvelos y entregas.

Pero como una piñata deseada que rompe en cumpleaños llegó la fecha, y desde fines del pasado año su joven colectivo retornó a la anhelada trinchera, ubicada en la calle Buen Viaje, número 9, entre Maceo y Parque, para abrir nuevos horizontes en el difícil arte de comunicar, entretener y educar que toma su sabia en la calidad, la originalidad, el rigor y la profesionalidad.

Como dijera su directora, Maylín Rodríguez Delgado, comienza una nueva etapa en que la proa enfila a los deseos de hacer una radio en correspondencia con la sociedad cubana tan rica en matices, y en especial con ese ajiaco de identidad santaclareña en busca del bien público y comunitario como gran reto.

Enero inicia los cambios graduales en su esquema. Una revista de participación social, segmentos dedicados a la mujer y la familia, el noticiero Panorama, que estará puntual a las 5:45 de cada tarde con el acontecer de una urbe que crea y ama, son algunas de las entregas, con promesas de ampliación en febrero, para recibir el tercer mes del año con un nuevo diseño en beneficio de ese público respetable que exige y necesita.

Un colectivo, predominantemente joven, capaz de vencer cualquier barrera a fin de que la radio prosiga como medio eficaz con credenciales de inmediatez, didactismo e interactividad en el reflejo impostergable de la obra cotidiana.

Cada emisora debe parecerse a su pueblo, y por ello ya Estereocentro, con sus orfebres de avanzada, reina en casa.