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Villa Clara cierra primer semestre con 3,6 de mortalidad infantil

Por Ricardo R. González

Fotos: Ramón Barreras Valdés

Villa Clara cerró el primer semestre con una tasa de mortalidad infantil de 3,6 para cumplir con el propósito del país que establece por debajo de 4.0 por cada mil nacidos vivos.

Ello la sitúa como la quinta menor tasa en el último decenio para el periodo analizado, lo que constituye un resultado alentador al compararse con los de igual etapa del año precedente que concluyó con 5,1.

No obstante la natalidad continúa siendo una problemática para la provincia a tenor de que finalizó con 2808 nacimientos, 303 menos en relación con la etapa de enero a junio de 2019.

El Dr. Yandry Alfonso Chang, al frente del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en el territorio, subrayó que se acumulan diez fallecidos menores de un año debido a las afecciones perinatales y las sepsis como causas principales.

Al cierre de junio ocho municipios culminaron con cero decesos en menores de un año: Quemado de Güines, Sagua la Grande, Encrucijada, Camajuaní, Placetas, Cifuentes, Santo Domingo y Manicaragua.

Dr. Yandry Alfonso Chang

La llamada Tierra del Guajirigallo manifiesta la mayor estabilidad en los resultados del PAMI de manera integral gracias al trabajo consolidado de todo el equipo de salud, en tanto Ranchuelo y Corralillo no muestran un comportamiento deseado.

Respecto al bajo peso al nacer se logra un 4,7 considerado alto ante el cinco permisible. En ello influye la disminución de los nacimientos, la prematuridad, y una cifra de recién nacidos por debajo del peso requerido, mientras la mortalidad materna admite, lamentablemente.un caso clasificado entre las causas directas que eleva el indicador en el territorio.

Al valorarse los saldos del trabajo Alfonso Chang los atribuye a los servicios de neonatología, el de cuidados perinatales, del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, y la terapia intensiva del pediátrico José Luis Miranda que registró un solo fallecido menor de un año en el semestre con una supervivencia general superior al 95 %

Contribuyeron, además, la red pediátrica de la provincia, los programas de genética sin decesos por malformaciones graves, y la atención primaria con los médicos y enfermeras de la familia, su eslabón primordial.

Durante esta etapa la influencia de la COVID- 19 acentuó la organización del trabajo destinado al cuidado de los niños con un pensamiento científico en la búsqueda de soluciones.

Entre los retos para el resto del año figuran el de insistir en la prematuridad junto a la detección del crecimiento intrauterino a través del diagnóstico, el manejo del síndrome del flujo vaginal, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus en las gestantes, así como las medidas que eviten infecciones intrahospitalarias.

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