Blogia
soyquiensoy (Ricardo R. González)

Entre COVID y arbovirosis

Por Ricardo R. González

Satisface el hecho de que Villa Clara no reporte casos positivos de COVID-19 en los últimos días, como también alegra la disminución de las estadísticas en el plano nacional.

A ello súmele el término de la cuarentena en la comunidad José María Pérez, de Camajuaní, mientras está a punto de cerrar la del consejo popular Camajuaní 2 de no ocurrir nuevas incidencias.

Es muy grato también conocer que gracias al personal de Salud, entre otros factores, 177 villaclareños— hasta el miércoles 13— afectados por el coronavirus se recuperan en sus casas luego de recibir el alta médica, pero no olvidemos que para ello hubo un grupo de seres humanos que se desveló y sacrificó, sobremanera, a fin de lograr el objetivo.

Algunos ven ya estas realidades como el momento de celebraciones, de olvidar las agonías de los últimos tiempos, y decirle adiós a la pandemia. Cuán equivocados están porque ha llegado el momento de no confiar y estar muy alertas ante el comportamiento de un fenómeno sin precedentes en la historia.

Soy de quienes piensan que si bien en un inicio hubo cierto grado de percepción de riesgo nunca alcanzó los niveles deseados. Ahora el resquebrajamiento de la disciplina y el olvido de que nos debemos a una responsabilidad ciudadana va languideciendo de manera vertiginosa.

No obviemos tragos amargos y pensemos en esos hogares que hoy lloran la falta de uno de sus integrantes, y que más de la mitad de los pacientes confirmados estaban en el grupo de los asintomáticos, de los que portan el virus, no experimentan síntomas, y son capaces de transmitirlo a otras personas.

No olvidemos tampoco que esta provincia del centro de Cuba es la tercera en el país por su tasa de incidencia, y que hasta la fecha acumula cuatro eventos de transmisión local: los dos de Camajuaní, el del Hogar de Ancianos número 3, de Santa Clara, que puso en tensión a la provincia con 66 confirmaciones, entre abuelos y trabajadores, sometido a actual vigilancia, según el criterio de las autoridades sanitarias.

Y el más reciente atribuido a la Empresa Poligráfica con el reporte de 14 personas enfermas (cinco trabajadores y nueve contactos). En este caso ha sido representativo el universo estudiado a partir de las pruebas de PCR, a cerca de 500 personas, con resultados negativos para la mayoría de los contactos.

La entidad sigue en estudio y cumplimenta los pasos establecidos ante la coyuntura pasada.

A la situación de COVID-19 se adiciona ahora otro panorama a tener muy en cuenta con la proliferación de las arbovirosis como virus transmitidos por artrópodos que revierten en otro problema complejo de Salud.

Estamos en un momento del año en que las condiciones climáticas «coquetean» con las lluvias de los últimos días sumadas al intenso calor y crean el escenario propicio para la proliferación del Aedes aegypti.

El panorama epidemiológico se complejiza al diagnosticarse casos sospechosos de dengue durante las últimas semanas. Ojo con el municipio de Caibarién que mantiene una tasa de incidencia de 10 reportes por cada 100 mil habitantes, en tanto Santa Clara tiene 5,3 por idéntica proporción, y Camajuaní se acerca bastante con 5,1.

Resulta muy llamativo que Villa Clara presente 174 focos en la recién concluida primera semana del ciclo de mayo que marcan un incremento de 140 comparado con la semana precedente y 79 más respecto a la semana inicial de abril.

Todo ello abre puertas y compuertas para que aparezca la transmisión del dengue.

Y sepa que la capital provincial aporta el 40,2 % de la focalidad de la provincia con un índice de infestación muy elevado.

Las cartas están sobre la mesa, tanto para COVID-19 como en el caso de las arbovirosis. El primer error sería confiar y batir palmas por batallas ni remotamente ganadas.

Lugares del mundo que reabrieron sus actividades pensando que el peligro del coronavirus iba de pasada han tenido que cerrar de nuevo debido a la (re)infestación de casos en lo que se describe como retroceso total.

Habrá que incrementar la responsabilidad ciudadana, perdida en muchos casos, junto a la necesidad de activar todas las vías para influir sobre la situación.

Se trata de una cruzada o enfrentamiento entre el mortal SARS-CoV-2 y el no menos temerario dengue. Cuál de los dos más incisivos.

Para este último será necesario insistir en las viviendas cerradas, en el autofocal familiar y más ahora que gran parte de la población cumple el distanciamiento social, en tanto los administrativos tendrán que estar muy atentos a los centros de trabajo que permanecen cerrados con la finalidad de revisar bien y contrarrestar el peligro con acciones que involucran a todos.

Hace muy pocos días conversamos con el Dr Jorge Eduardo Berrio Águila, director del hospital Manuel Fajardo Rivero, quien ha tenido marcadas vivencias en torno a la pandemia del momento, y hablando de los aplausos que cada noche tributa la población a sus valientes, entre ellos los médicos, declaró que agradece ese gesto, pero que él sería muy feliz el día en que se aplaudiera al pueblo de Cuba por haber vencido la batalla..

Esas palabras no se me borran, mas lo importante es interiorizarlas por cada uno de quienes asumimos un protagónico en esta historia donde no existen papeles secundarios.

También puede ver este material en:

https://ricardosoy.wordpress.com

https://twitter.com/riciber91

0 comentarios