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Cuando se estremece el alma

Durante la sesión Mildrey López Jiménez conversa con la Dra. Eliety Ferrer Aguilar (a la derecha) y la máster en enfermería y jefa de sala de Hemodiálisis Iliana Rosa Cruz Gómez.

Por Ricardo R. González

Fotos: Carlos Rodríguez Torres

Los riñones de Mildrey López Jiménez no funcionan bien. Una hipertensión arterial severa apareció para hacerla orinar poco, mientras sentía que la picazón recorría su cuerpo acompañada de malestares, mucho decaimiento, vómitos y pérdida de peso.

Luego de las investigaciones pertinentes los expertos decretaron la insuficiencia renal crónica (IRC) que desde hace seis años le exige permanecer cuatro horas, en tres frecuencias semanales, acoplada al sistema de hemodiálisis del hospital universitario clínico quirúrgico Arnaldo Milián Castro a fin de purificar su sangre de las toxinas acumuladas en el organismo.

Al escuchar las severas limitantes de combustible por las que atraviesa el país Mildrey se estremeció. Pensó varias veces si podía continuar el tratamiento devenido sostén principal de su existencia, mas la respuesta eficiente de CUBATAXI le hizo borrar sus preocupaciones.

«Yo no encuentro palabras para agradecerle a los choferes todo lo que hacen por nosotros. Somos ya familia. Me traen desde Mataguá donde resido y me llevan una vez terminada la sesión», argumenta desde su cubículo mientras espera que concluyan las funciones del riñón artificial.

Este personal atiende a los pacientes de varios municipios sujetos a métodos dialíticos en el «Arnaldo Milián Castro», sin contar los tratados en los hospitales de Sagua la Grande y Caibarién que asumen los territorios más cercanos.

Pero también en cada traslado hay espacio para un acompañante. Dora Jiménez Pérez, la mamá de Mildrey, bien lo sabe y no deja de expresar la gratitud a CUBATAXI y a Cuba porque «jamás ha fallado el servicio. Antes veníamos en ambulancia, pero no sentimos el cambio. Los conductores son fijos y muy puntuales. Nos recogen a las 6:00 de la mañana y de regreso quedamos en la puerta de la casa».

En otra de las camas de la sala recibe atención Fidel García García a quien la Cruz Roja lo recoge en su pueblo para conducirlo hasta Mataguá. Allí se une a Mildrey con la finalidad de emprender la travesía hasta Santa Clara y nunca ha fallado la transportación.

Una diabetes mellitus con múltiples antecedentes familiares le desencadenó la IRC hace ya cinco años, y de acuerdo con las experiencias vividas elogia el trato del colectivo de Hemodiálisis.

EL MUNDO DEL REORDENAMIENTO

 Para la Dra. Eliety Ferrer Aguilar, vicedirectora de urgencias del «Arnaldo Milián Castro», se han vivido tiempos muy complejos al tener que reajustar todo el cronograma de los riñones artificiales.

En la actualidad 152 pacientes de varios municipios están sometidos al método, sin contar los atendidos en los hospitales de Sagua la Grande y Caibarién que asumen los territorios más cercanos.

Una parte del colectivo de CUBATAXI que garantiza el traslado de los pacientes sometidos a hemodiálisis.

«Tratamos de hacer más funcional el traslado de los enfermos y agruparlos por rutas. En lugares donde venían cuatro taxis ahora vienen dos, y se han acomodado los horarios según las características de los pacientes para que nadie quede sin recibir sus sesiones».

Los riñones artificiales apenas descansan de la marcada intensidad diaria que pone en tensión a ingenieros y mecánicos llamados a encontrar soluciones cuando existen roturas.

Cada cubículo realiza de tres a cinco turnos diarios. El último concluye a las 5:00 de la madrugada para reiniciar a las 7:00 de la mañana ante un panorama que incrementa la cifra de enfermos debido a la propia diabetes mellitus, la hipertensión arterial, o en personas de descubrimiento tardío porque «aparentemente» no manifestaban síntomas.

LA FAMILIA DE CUBATAXI

Felipe Morales Pérez, director de la entidad, no dudaba de la respuesta de su colectivo, de ese que pasó una rigurosa auditoría durante tres meses para lograr la calificación de satisfactorio, pero lo que más resalta es el sentimiento solidario y humano compartido entre todos.

No ha sido fácil distribuir lo poco entre muchos; sin embargo, los 90 carros que funcionan en la provincia tienen como primera prioridad las hemodiálisis y en la medida de las posibilidades realizan otras coberturas ante la situación experimentada por el transporte.

«En medio de limitantes con el combustible el destinado para el traslado de los 227 pacientes de hemodiálisis hacia el hospital de Santa Clara, de Sagua la Grande y Caibarién no ha tenido ningún problema, es intocable, y tiene garantía», puntualiza el jefe de la base quien alega el traslado de un caso desde la Villa Blanca hasta Yaguajay.

Tampoco MEDIBUS queda a la zaga y asume el traslado de turnos médicos hacia la capital provincial. Antonio Marrero Reinoso (a la izquierda) y Porfirio Acosta Mesa son dos de sus choferes.

La premisa fundamental entre enfermos, acompañantes y choferes resulta la fraternidad, y cuentan que se hace tan marcado el vínculo afectivo que aun cuando la persona ya no esté, por los propios desenlaces de la vida, los conductores siguen visitando a los familiares para darles el apoyo que necesitan, incluidos los jefes de base.

«Hay varias anécdotas que hablan de una gran familiaridad. En estos tiempos es significativo ver como las personas trasladadas traen su termito de café destinado al chofer que queda en espera durante esas cuatro horas, y a la vez la reciprocidad de los taxistas con otros gestos hacia las familias. Todo nace de lo que somos… cubanos», enfatiza Morales Pérez.

Cada uno de los pasos dirigidos a la reorganización se ha coordinado con Salud Pública que antes recargaba el peso de las funciones en las ambulancias y ya lo asume CUBATAXI con dos pacientes y dos acompañantes en cada vehículo. Ello propicia ahorro y garantiza la tarea.

ACCIONES EN ONCOLOGÍA 

 Para el Dr. Manuel Toboso Alcántara dirigir un centro como el hospital oncológico Celestino Hernández Robau, es asumir retos y multiplicarse ante las numerosas responsabilidades, pero lo que resulta inadmisible es suspender los tratamientos oncológicos ante contingencias energéticas.

Unos 160 pacientes reciben diferentes terapéuticas en la especialidad, sobre todo de radiaciones que exigen sesiones prolongadas. Estas comienzan a las 6:00 de la mañana y concluyen cerca de las 8:00 de la noche.

El Dr. Toboso Alcántara explica que el inicio se ha establecido con los enfermos procedentes de Sancti Spíritus para proseguir con los de Villa Clara y luego Cienfuegos. Al finalizar los de la Perla del Sur se hacen otros casos de nuestra capital provincial y atienden a los hospitalizados.

«Hasta el momento los municipios garantizan el transporte, pero en caso de que en algún momento futuro resultara imposible se tienen coordinaciones con Cardiocentro para el hospedaje de aquellos residentes en sitios distantes en el hotel Bristol y así evitarles la suspensión de la terapéutica».

VOLANTES DE MEDIBUS

Aun sin ver los primeros claros del día llega el de pie para Porfirio Acosta Mesa con la misión de trasladar a los pacientes de Sagua la Grande que poseen turnos médicos en Santa Clara. La travesía se emprende a diario, y debe esperar en los parqueos aledaños al hospital Arnaldo Milián Castro a que concluya el último caso.

El Dr. Manuel Toboso Alcántara, director del hospital oncológico Celestino Hernández Robau, expone las estrategias para no suspender los tratamientos oncológicos.

Muchas veces le sorprende la noche en el camino de retorno. Algo similar le ocurre a su colega Antonio Marrero Reinoso quien reside en Picadora, localidad situada a unos 4 km de Corralillo, y cuando debe recoger pacientes en La Panchita debe levantarse a las 4.00 a.m. a fin de seguir su ruta por Rancho Veloz, Quintín Banderas y otras comunidades, mas sigue la tradición de su padre y de otros familiares que han dedicado su vida al volante.

Tanto uno como el otro saben que resulta un oficio de paciencia porque hay que adaptarse a las particularidades de los enfermos. En ocasiones se trasladan con su sillón de ruedas y corresponde a ellos acomodarlos y brindarles la debida atención.

¿Riesgos? Miles, «Solo los choferes lo saben. Estamos expuestos a las imprudencias de peatones, de carretoneros, bicicleteros que dan un giro indebido o se interponen en el camino, pero tenemos que garantizar nuestro objetivo y los conductores de MEDIBUS no fallarán.

En medio de todo existen municipios que agilizan sus neuronas y encuentran otras alternativas en lo concerniente a la transportación. El Dr. Diosvani Hernández Plasencia, director provincial de Salud, menciona a Santo Domingo, Ranchuelo y Manicaragua con historias protagonizadas por los villaclareños que, por encima de las dificultades, enriquecen el alma.

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