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Farmacia homeopática: Con sinceridad y sin secretos

Farmacia homeopática: Con sinceridad y sin secretos

La Pasiflora, destinada al insomnio y a la ansiedad, junto a las fórmulas para adelgazar, o abandonar el mal hábito de fumar aparecen entre las de mayores ventas en la unidad de Santa Clara.

Por Ricardo R. González

Foto: Ramón Barreras Valdés

Parece una especie de magia o incluso la similitud de un juego para los más incrédulos; sin embargo, lejos de dudas e incertidumbres los principios homeopáticos y de terapia floral resultan ciencia constituida que recorren cada punto del Planeta a través de medicamentos exentos de química, ausentes de contraindicaciones, y amparados por el don de no provocar reacciones adversas.

Que lo diga la licenciada Idania López González, quien administra la Farmacia homeopática de Santa Clara, ubicada en pleno bulevar de la ciudad, ante las opiniones de pacientes que hacen suyo este universo natural.

Solo tres mujeres integran el colectivo. Ellas procesan los fármacos en un pequeño Laboratorio, y alternan en el mostrador. Así logran una gama que rebasa los 775 renglones homeopáticos destinados a enfermedades crónicas, agudas, u otro tipo de padecimiento, sin descartar la posibilidad de contrarrestar los estragos causados por el insomnio, la hipertensión arterial, diabetes mellitus o enfermedades crónicas, y los deseos personales encaminados a perder peso o a incrementar algunas libritas.   

Ante todo se aclara que no constituyen varitas todopoderosas aplicadas para curar, mas alivian extraordinariamente determinadas dolencias. La mayoría son expedidos por receta médica, aunque de forma liberada figuran aquellos para dejar de fumar, atenuar diversos trastornos digestivos y los ocasionados por la menopausia, las frecuentes diarreas, las jugarretas que suben y bajan las cifras de tensión arterial, los malestares causados por dolores generalizados, o los detalles estéticos que sustentan las ganas de adelgazar.

«En el caso de los que se venden por prescripción facultativa las recetas son emitidas por los propios médicos homeópatas radicados en las áreas de Salud, como parte del servicio de Medicina Natural y Tradicional», precisa López González.

No obstante, en la propia Farmacia se ofrecen consultas, lunes y miércoles en la mañana, con especialistas de rigor. La atención es por orden de llegada, sin necesidad de remitidos, y con una valoración exhaustiva de cada caso a los que se les indica la fórmula adecuada según las particularidades del caso.

EL EFECTO DE LAS FLORES

La terapia floral apoya sus basamentos en las esencias de Bach. Una filosofía fascinante, desprendida de las flores, que resulta favorable para los trastornos mentales como las depresiones y la ansiedad, al tiempo que abre sendas prometedoras ante fobias, en infantes con micciones espontáneas, o en aquellos caracterizados por la incesante actividad, entre otras afecciones, luego de la valoración de psicólogos y médicos facultados para indicarlas.

En este sentido están liberados los productos apoyados en la acción de cinco flores reunidas bajo una fórmula aplicada ante crisis hipertensivas, procesos pre y postoperatorios, diversos dolores, estados depresivos o de ansiedad.

En Villa Clara solo existen dos establecimientos de este tipo: uno pequeño, ubicado en el municipio de Ranchuelo, y el otro en la capital del territorio que presta servicios de lunes a viernes, desde las 8:00 a.m. hasta las 4:30 de la tarde de manera corrida, y todos los sábados de 8:00 a 12:00 del mediodía.

Vale aclarar que no siempre la diversidad de renglones se encuentra de forma permanente, ya que depende de las disponibilidades de la Droguería como surtidora de los productos o materias primas. El lapso de entrega es 24 horas, aunque ante casos excepcionales agilizan el mecanismo, sobre todo para los residentes en municipios o en otras provincias como Matanzas, La Habana, Cienfuegos, quienes retornan a sus sitios con su solicitud en apenas dos o tres horas de ordenado.

Una vez aplicado si la persona desea repetir el tratamiento solo debe presentar el frasco para procesar la fórmula, sin necesidad de recurrir nuevamente al especialista.

Pasa un día y otro... Al término de cada mes salen de 5 mil a 6 mil frascos preparados en el propio Laboratorio de la unidad santaclareña que alternan con las bondades de la homeopatía y la terapia floral. El mejor signo para demostrar la valía de un mundo movido por las cuerdas de la sinceridad y sin secretos.

LO QUE DEBE SABER

 — La homeopatía basa sus fundamentos en sustancias animales, minerales o vegetales aplicadas al individuo con el propósito de crear un efecto similar a la enfermedad o síntoma que padece. Al principio hay pacientes en los que pudieran agudizarse la causa; sin embargo, una vez que el medicamento comienza sus efectos las irregularidades tienden a atenuarse.

— Al margen de los fármacos elaborados en la unidad se reciben compuestos procesados en el prestigioso Instituto Finlay para aliviar episodios de asma, cefaleas, rinitis, conjuntivitis, y reuma, por citar algunos. Todos en venta liberada.

— Con idéntica opción aparecen los demandados renglones procesados por LABIOFAM como el Asmacan, Nutrisol, Vimang en extracto acuoso, Propolina, Espirulina en tabletas, y otros que debido a su alta demanda no están siempre en existencia.

También puede ver este material en:

http://ricardosoy.wordpress.com

https://twitter.com/cibergonza

2 comentarios

cartacuba -

Coincido con el comentario dejado por Juan, pero quisiera añadir el papel que debe desempeñar el periodismo científico frente a estas prácticas. Su función es, en primera instancia, documentarse adecuadamente, con el correspondiente cruce de fuentes, para desde una perspectiva analítica poder evaluar con conocimiento estos procederes y no asumir la postura de la publicidad indirecta que viene haciéndose muy común cuando de medicina se habla.

juan -

Me dirijo a Vanguardia muy respetuosamente y de buena fe, para comentar acerca de la apología de la homeopatía y de la terapia floral que se hace en este artículo. En el mismo se afirma que “los principios homeopáticos y de terapia floral resultan ciencia constituida que recorren cada punto del planeta…”. Lamentablemente esto dista mucho de ajustarse a la verdad. Puedo decir al respecto, que la única conexión entre la ciencia constituida y estas prácticas, es que la primera las ha refutado de forma incontestable, a través de numerosas investigaciones rigurosas, que han sido realizadas y luego publicadas en las más prestigiosas revistas científicas internacionales. Ni qué decir que la doctrina homeopática contradice de forma descabellada algunos de los principios científicos más firmemente establecidos, como es el caso con la teoría atómico-molecular de la sustancia. De modo que no es de extrañarse que, cuando se la somete a pruebas rigurosas, científicamente diseñadas, la homeopatía falle de forma estrepitosa. La homeopatía y la terapia floral, como bien dice el artículo, son sin dudas “medicamentos exentos de química, sin contraindicaciones y con el don de no provocar reacciones adversas”. Esto es muy cierto, el problema es que tampoco tienen poder curativo alguno, son simplemente agua y, si alguna influencia tuvieran sobre los pacientes, esta se debe a un transitorio efecto psicológico de sugestión. Resulta por tanto peligroso, pretender tratar con ellas enfermedades serias, que pueden llegar a poner en riesgo la vida de los pacientes, como es el caso de la hipertensión y la diabetes mellitus, que el artículo menciona.
Opino que estas prácticas, que son ni más ni menos que una suerte de curanderismo, han venido a ser algo así como el “lado oscuro” de la medicina cubana, que amenaza con lacerar el bien ganado prestigio de esta. Los practicantes de las doctrinas homeopática y floral, tienden a creer ciegamente en sus supuestas bondades y sistemáticamente rehúsan someterlas e experimentos rigurosos que puedan probar o refutar su efectividad. No obstante, tales experimentos se han realizado, con los resultados negativos que mencionaba. El hecho de que tales doctrinas se hayan incorporado al sistema de salud cubano, provoca mi estupor y solo me lo explico por la acción deliberada de personas creyentes en ellas, tal cual se puede creer en las más diversas ideas fantásticas desde duendes hasta fantasmas, pero que han tenido el poder suficiente para poderlas introducir.
Considero que los lectores de Vanguardia merecen conocer la verdad acerca de estas doctrinas oscurantistas. No les pido que crean sin más en los elementos que expongo en este comentario, sino que, parafraseando a un conocido periodista, reflexionen, busquen información, profundicen y saquen sus propias conclusiones al respecto.