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soyquiensoy (Ricardo R. González)

Liuba María Hevia: «Vivo la libertad de mis canciones»

Por Ricardo R. González

Esta entrevista constituye una de mis deudas acumuladas. Se la debía al lector y a esa mujer que me parece escucharla en la sala de la casa y que se traslada, de una manera mágica, por cada rincón de las habitaciones.

La busco y no la encuentro. Es una especie de duende, como ese que describió en una de sus composiciones, pero la siento apoyada en las notas de su guitarra o con el caudal de conocimientos que posee porque para dialogar con Liuba María Hevia no hacen falta cuestionarios premeditados ni temas eludidos.

Quizás por ser su amigo jamás median secretos en este mundo en que la vida resulta tan corta y en el que ella se toma todas las licencias para disfrutarlas a plenitud.

Es también una entrevista realizada a pedacitos. Con el ruido del ómnibus que traslada de un municipio a otro, al término de un almuerzo y de un sorbo de café, al imponerse al agotamiento que deja cada concierto, o ante la avalancha de un público que la descubre y desea apreciar de cerca a su artista.

Y entre tantos temas hablamos de Vidas Paralelas, la más reciente producción discográfica convertida en un resumen de su existencia. El disco que más trabajo le ha costado porque entraba al estudio a innovar, a cambiar muchos acordes una vez grabados y porque esas crónicas que desnudan bastantes aristas de su vida están recogidas en cuatro discos integrados por 68 canciones.

— ¿Pudiéramos afirmar que deviene reto?

— Me llevó más de cinco años grabándolo a pedacitos. Incluso el título fue en lo último que pensé y vino de repente durante un vuelo hacia La Habana. Me di cuenta que ocurren cosas maravillosas en los camerinos, en las reuniones entre colegas, en el lobby de un teatro o en las tertulias que nunca quedan registradas y llegan a perderse.

— ¿Una complicidad entre asombros y misterios compartidos?

— Es una especie de deuda con la trova cubana, con mis amigos y nos apoyarnos en dúos. Compartí en el disco no solo una canción mía, sino canté un tema de la propia autoría de esos colegas que admiro, de esos que escucho en mi casa y forman parte de mi banda sonora personal y familiar.

«Con Silvio Rodríguez hice Segunda cita y Puertas. Pablo Milanés aparece con Si me falta tu sonrisa y Ya se va aquella edad, con Raúl Torres (Se fue y Canción breve), Polito Ibañez (Se busca y Me muero de ganas), y con David Torrens (Llegó a mí y Los sueños), por citar algunos.

—Sin embargo, al revisar la lista de participantes observamos que existe un equilibrio entre intérpretes muy conocidos y otros que no lo son tanto.

— Hay cantantes fabulosos que quise invitar porque son defensores de la canción de autores y con ellos comparto uno o dos temas. Está la maravillosa Gema Corredera con quien grabé Algo y Tan solo un bolero, pieza que está incluida en el CD Ilumíname en vivo, pero figura también Ivette Cepeda con la magistral entrega de La Habana en febrero y Agosto bajo la piel, mientras Maridalia Hernández hace roles en Ausencia y Pasaba un ángel. Danny Rivera, por su parte, realiza otra versión de Ausencia y se crece en Si me falta tu sonrisa.  Beatriz Márquez interpreta Mi Vieja Habana, y Luna Manzanares recrea Ilumíname.

— Me hablas de Mariadalia Hernández, la formidable exvocalista de Juan Luis Guerra y 4.40 ¿Cómo llega a esta producción?

— Nos conocimos en un evento en República Dominicana vinculado a la trova en el Caribe, y le comenté la idea de poder grabar con ella. No hubo ningún obstáculo y ahí está el resultado.

— Retomo los pormenores del tema Tristeza que interpretas junto a Ana Belén en tu disco Puertas. Ahora se incluye de nuevo. ¿Cómo fue el vínculo con la intérprete española?

— Ana es la voz femenina que más se ha escuchado en mi casa, fue mi ídolo en la juventud. Cuando recibí su grabación resultó fabuloso. Ella le puso voz en España.

«Quedé maravillada con el resultado. Fue un regalo para mi madre a quien dediqué el disco Puertas. Ella lo escuchó aun cuando yo no le había puesto voz. El timbre de Ana no se parece a ninguno. Es ella, incomparable. Aceptó grabar el tema y me envió varias preguntas. No conocía lo que era la yagruma mencionada en el texto, y no vaciló en dar el sí».   

— ¿Pudiéramos afirmar que Vidas Paralelas resulta una producción antológica?

— Desde el propio título es algo singular. Cada uno de los intérpretes trovamos, cantamos, subimos al escenario, sentimos la pasión por lo que hacemos y después cada quien sigue su camino, por lo que a mi modo de ver ha surgido una antología peculiar al cantar los temas de mis invitados y aquellas que más me han motivado. Una especie de fraternidad en la composición, la dicha de compartir el mundo fascinante de la creación entre unos y otros.

— Conociendo la exquisitez que pones en cada uno de tus conciertos y producciones discográficas ¿hasta qué punto Vidas Paralelas provocó una adrenalina desmedida?

— Sabes que soy obsesiva y la gente obsesiva sufre mucho, pero además duermo poco. A veces en ese escaso sueño viene una melodía o una metáfora y me levanto de inmediato a fin de que no escape, pero te confieso que este disco me provocó un desvelo prolongado aunque después sentí la enorme dicha de tenerlo.

                                                                                       Con Cecilia Todd

— Si hablamos de nostalgias ¿cuáles te quedarían?

— Lamentablemente la vida no es perfecta ni duradera y algunos de nuestros seres queridos se nos van antes de tiempo. En este caso me quedan los vacíos entrañables de Sara González, Santiago Feliú, y Sonia Silvestre.

— Estos últimos tiempos han sido de duro bregar en la discografía de Liuba María Hevia…

— Diría que ha sido un período, como lo definió Sara en una de sus canciones, Con apuros y paciencia. El rescate y la perseverancia en la música infantil han sido constantes en mi trabajo. Primero salió el dedicado a la música de nuestra inolvidable maestra Teresita Fernández, después el dedicado a la argentina María Elena Walsh, y está en preparación el del mexicano Francisco Gabilondo Soler porque siempre digo que son los tres grandes en Latinoamérica que han escrito canciones para la infancia.

«Otro fonograma ya grabado y que no ha salido aún es Hay quien precisa, que resultó Premio Especial de Cubadisco 2016, y que aparece compartido con la excelente interprete venezolana Cecilia Todd. Con ella hicimos una gira nacional, acompañadas por el maestro José Maria Vitier, que resultó como el colofón para echar a volar nuestros sueños y realizar el proyecto.

«Es una especie de intercambio musical. Ella interpreta los temas míos que más escucha y viceversa. Así seleccionamos aquellos textos que más nos identifican».

— ¿Pudiéramos decir que constituye una especie de ajiaco entre la música venezolana y la cubana?

— Cierto. Yo canto esa música que conocí a través de Cecilia, de penetrar en las raíces de su folclore, de sentir en el alma esa idiosincrasia que, si bien diferente, nos hace latinos, y así conformamos dúos para interpretar tanto la música venezolana como la cubana, siempre con el precepto de recorrer géneros, temáticas y ritmos variados.

— Me llama la atención que casi todos los temas escogidos son tuyos, pero aparecen dos composiciones de Silvio Rodríguez…

— Cecilia seleccionó las canciones cubanas a interpretar. Son 13 temas míos y dos de Silvio: Totí y el que le da título al Cd Hay quien precisa porque resume el sentir de este disco: Hay quien precisa una canción de amor//hay quien precisa un canto de amistad. Constituye una especie de reencuentro, de lo que se ha hecho, de lo vivido, en fin, una reflexión ante la vida.

NAVEGANDO POR UN MAPA

Ese tono intimista, personal, esa especie de autobiografía que se desea compartir con los amigos o conocidos, la sumatoria de la vida con sus momentos de alegrías, de emociones y tristezas resume —para quien escribe— el sentido del disco El mapa de mis canciones.

— ¿Cuál fue la pretensión de Liuba María Hevia al concebirlo?

— La primera idea que me pasó por la mente fue hacerle un homenaje a la guitarra y a otros instrumentos de cuerdas. Bien conoces que es mi compañera de siempre, desde la niñez, fue mi juguete preferido, la que sabe de mí palmo a palmo, y quise que prevaleciera un sentido intimista.

«Lo conforman 17 canciones. De ellas, solo hay cuatro conocidas y las restantes son inéditas bajo un signo acústico, sin grandes orquestaciones. Es decir obras que lleguen al receptor de una manera desnuda, y tiene como particularidad que incluí Homenaje al joven trovador, que fue el tema con el que aparecí por primera vez en la televisión como parte de los finalistas de la cuarta jornada anual del desaparecido espacio Todo el mundo canta. 

— Tu primer fonograma resultó Coloreando la esperanza, un producto en el que, fundamentalmente, recreaste las raíces campesinas con nuevos aires. Lo hiciste con toda tu agrupación con el sello PM Records; sin embargo, ¿por qué después de tantas producciones anteriores te decides a realizar uno con solo guitarra?

— Además de mi tributo al instrumento, como ya dije, creo que la concepción de un disco lleva tiempo. Hay que tener un repertorio ya trabajado. Casi todos los trovadores realizan su primera producción acompañados de la guitarra, por lo que este pudiera resultar fuera de lo común, diría que atípico. Por suerte me demoré y creo que valió la pena.

                                                                  Con la inolvidable Teresita Fernández

—Qué satisfacciones te dejó?

— Muy agradecida de la colaboración que tuve. Músicos de excelencia o de lujo, como se dice ahora. Pancho Amat, en el tres, Barbarito Torres (laúd), Jorge Chicoy (guitarra eléctrica), el cuarteto de guitarras de La Habana, el multinstrumentista Waldo Lavaúd, Jorge Reyes (contrabajo) y Arnulfo Guerra, quien corrió con la  producción musical.

«A ello sumo el inmenso honor de tener en la carta de presentación del fonograma al reconocido maestro Leo Brower. ¿Quieres mayor satisfacción que esa?

— En una de sus partes Leo dice: «En el panorama de las canciones a guitarra este soporte discográfico nos obliga a escucharlo una y otra vez con los ojos cerrados».

—… sin palabras.

— Entre disco y disco surgen nuevos proyectos. ¿Es cierto que preparas uno con músicos, predominantemente, salseros?

— Son canciones de mi autoría que saldrán bajo el sello Unicornio con el título de Pasaba un ángel. Estaré solo como productora, y son colegas muy queridos que realizan versiones de mis canciones.

«Puedo citar a Wil Campa, Mayito Rivera, Pancho Amat y su grupo, David Álvarez y Juego de Manos y solistas como Anabell López, Ivette Cepeda, Beatríz Márquez, Maridalia Hernández, Israel Rojas, Leo Vera, Polito Ibáñez, Kelvis Ochoa, y Luna Manzanares, entre otros.

—Pero habrá una gran sorpresa…

— Siempre admiré y admiro de forma extraordinaria los aportes y el legado que nos dejó Juan Formell. Iba a su casa, conversaba con él y con Mirtha (Medina), y voy a tener el gran placer de que Samuelito y Los Van Van graben mi tema De monte y ciudad. Será el único dueto mío que aparezca en el fonograma. Eso me dio una felicidad incalculable porque es mi homenaje al maestro Formell.

— Apartándonos ya de los discos, si bien te has ganado el corazón de los adultos hay un publicó especial que te adora y sigue tus canciones…

— Son esos «locos bajitos» de los que habló Serrat. Yo me preparo con el mismo rigor a fin de enfrentar los conciertos para adultos que los dedicados a los niños. Ellos son los más sinceros, quienes te dicen sin hipocresías lo que les gusta y lo que no. Es la etapa más linda de la vida y hay que llenarlos de esperanzas.

«Me indignan aquellos que piensan que a ellos les dedicas cuatro canciones y ya. Crasso error, se dan cuenta de todo y abrazo, como profunda martiana que soy, la máxima de nuestro Apóstol cuando dijo: «Los niños son los que saben querer».

«Para ellos todo mi empeño en los vídeos infantiles que tienen que salir con óptima factura, y siempre que voy a provincias o viajo al extranjero incluyo a los hospitales pediátricos, y sobre todo aquellas salas que acogen a criaturas con enfermedades de difícil pronóstico. Incluso me preguntan si yo no lloro o si me da lástima.

«A lo mejor después suelte alguna lágrima porque soy sensible, pero delante de ellos no puedo hacerlo porque tengo que irradiarles esperanzas, porque tengo la fe inmensa de que van a curar, y un día se sumarán a mi ronda, y mi canto es el regalo para darles fuerzas, para compartir las alegrías de este mundo. Me llena de regocijo que se sepan mis canciones, que me pidan Estela o El Gatico Vinagrito porque también siento que Teresita (Fernández) y Ada Elba Pérez están allí compartiendo ese momento».

— Si tuvieras que mencionar a los músicos que más han influido en tu vida…

— Me pones en un gran aprieto. Son muchos, pero no puedo dejar de mencionar a los grandes de la trova cubana de todos los tiempos, Desde María Teresa Vera, Manuel Corona… hasta Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y el resto de los contemporáneos.

«Amaury Pérez Vidal ocupa un lugar especial en mi vida, como también Joan Manuel Serrat, y de las mujeres me han marcado María Elena Walsh, Teresita Fernández y Violeta Parra.

— ¿Cuál es tu mayor temor?

— Yo no trabajo por la popularidad ni por los premios en concurso. Creo que el mayor distintivo es el que uno, humildemente, se gana con su labor y es el público quien lo reconoce, pero me aterra que un día se acabe el amor y las ganas de trabajar. Siento temor porque en cualquier momento deje de ser útil, o por aferrarme a un escenario cuando las facultades estén vencidas. Espero que si algún día llega mis amigos me lo hagan saber.

— Y si tuvieras la facultad ¿qué cambiarías del mundo?

— Muchas cosas Ricardo. Cambiaría los convencionalismos mentales, las injusticias, la mediocridad, los métodos que tienen algunos de conseguir las cosas sin apoyarse en su talento si es que acaso lo tienen.

Cambiaría la pobreza de muchos a costa de la opulencia de otros, los maltratos a las mujeres y niños, todo signo de violencia, las incomprensiones irracionales, los cánones impuestos que no conducen a resultados, las represalias individuales, y desearía mucho que el universo respire esa paz que tanto necesitamos».

—Antes del punto final estás enfrascada en un mega proyecto con la Orquesta Sinfónica Nacional. ¿Es que tú no te cansas?

— Mi vida es el arte, entregarle a los demás lo que sé hacer y sí, montaremos parte del repertorio con la Orquesta Sinfónica Nacional y será compartido con aquellas provincias que cuenten con agrupaciones de este tipo. Será otro de mis sueños cuando se realice.

Mientras tanto Liuba, síguenos regalando tu Señor Arco Iris, que prosiga Ilumíname con esa luz que llene nuestros días, y que nunca falte tu sonrisa para seguir disfrutando del encanto de una mujer que vive la libertad de sus canciones y la comparte con su público.

INTÉRPRETES QUE INTERVIENEN EN EL DISCO VIDAS PARALELAS

Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Carlos Varela, Amaury Pérez, Raúl Torres, Kelvis Ochoa, David Torrens, Frank Delgado, Isarel Rojas, Isaac Delgado, Gema Corredera, Beatriz Márquez, Ivette Cepeda, Omara Portuondo, los españoles Ana Belén, Luis Pastor y Javier Ruibal, los dominicanos Pavel Núñez, Víctor Víctor, Maridalia Hernández y José Antonio Rodríguez, el puertorriqueño Danny Rivera, la argentina Georgina Hassán, y la ecuatoriana María Tejada, la brasileña María Marta y la venezolana Amaranta, entre otros.

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