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soyquiensoy (Ricardo R. González)

«Con 2 que se quieran» Alejandro García Virulo (Parte II)

«Con 2 que se quieran» Alejandro García Virulo (Parte II)

Amaury. Sí, sí.

Virulo. Nosotros llamábamos a coreógrafos de primerísima línea. Directores de primera línea. Era un trabajo…

Amaury. …Sí, y no estamos hablando tampoco de hace tantos años.

Virulo. Trata de hacer una cosa así ahora para que veas que difícil se vuelve porque todo el mundo está como en su lugar. Hace falta volver a hacer cosas donde se fusionen diferentes artes para bien de la gente.

Amaury. El que lo puedes hacer eres tú.

Virulo. Génesis, eso poca gente lo sabe, el diseño de los muñecos y del vestuario de Génesis, ¿adivina tú de quién era? De Tomás Sánchez.

Amaury. ¡Madre santa, del maestro Tomás Sánchez!

Virulo. Del gran maestro Tomás Sánchez. Por ahí te digo de la gente que acababa trabajando con el Conjunto Nacional de Espectáculos. Y bueno, fue un privilegio y una suerte que yo tuve de caer ahí y de poder manejar esos hilos y de poder llamar a todos esos personajes a trabajar con nosotros.

Amaury. Recuerdo que eran espectáculos críticos, pero que no era criticar por criticar. ¿Tú crees que el humor tiene que ser siempre crítico para que funcione?

Virulo. No. Creo que el humor siempre es un estado comparativo. En el humor alguien va a salir apaleado de todas maneras, es decir hay un estado de criticar una situación, la manera en que se haga es la que puede cambiar los términos de la jugada, porque puede hacerse de una manera agradable, donde nadie salga ofendido.

Amaury. Lastimado.

Virulo. Que nadie salga lastimado, que nadie se moleste. Creo que eso es perfectamente posible. Y ahí está el trabajo de “Les Luthiers”, de más de 40 años.

Amaury. ¿Cuánto sabes tú del humor que se hace en Cuba ahora?

Virulo. Pues estoy más o menos informado, hay muchos a quienes conozco de primera mano, que son mis amigos, que estuvieron con nosotros en el Conjunto Nacional de Espectáculos, que estuvieron después en el Centro Nacional de Promoción del Humor, que ese centro fue como la última cosa que yo fundé en el año 88 en el Acapulco. Ahora hay mucha gente que no sé, ya no los conozco, que los he ido conociendo, el mismo guajiro Antolín. A Antolín lo conocí gracias a Doimeadiós, primero lo vi por televisión y fui una vez a verlo a un show y hay mucha gente posterior que no tuve con ellos contacto de primera mano, como sí con Doime, con Ulises, con Churrisco, como toda esa gente que sí trabajaron conmigo, mucho.

Amaury. Y no son tampoco tan jovencitos, lo que pasa es que son eternos.

Virulo. Sí, tienen una pila de años, no son unos niños.

Amaury. Hay humoristas que dicen que el género del costumbrismo, del vernáculo ya está pasado de moda, que eso no tiene ningún sentido rescatarlo. Ahora Eusebio Leal está haciendo la gran obra de rescatar el Teatro Martí y tratar de volver a poner aquellas obras de Candita Quintana. ¿Tú crees que algún género del humor es viejo?

Virulo. Yo creo que no, todo depende cómo se haga Amaury, depende del enfoque del que dirija, claro, tú puedes hacer teatro museable. Lo que tendría que cambiar son los temas, porque es un teatro que para que esté vivo la gente tiene que sentirlo que está escrito por un tipo que se bajó de la guagua cinco minutos antes que él, y que está viviendo las mismas cosas que está viviendo él. Entonces sí hay que hablar de la realidad. De hecho el vernáculo es un teatro de la cotidianidad y el teatro costumbrista, ¿qué es el teatro costumbrista? El teatro que habla de las costumbres, y las costumbres se hacen día a día. Es decir, a lo mejor ahora tenemos costumbres diferentes de hace 30 años, hace 40 años, pero no cambia el hecho de que necesitemos hablar de lo que estamos viviendo todos los días.

Amaury. ¿Por qué en Cuba hay tan pocas mujeres humoristas?

Virulo. No sé, pero en el Conjunto había.

Amaury. Yo me pongo a pensar y digo Aurora Basnuevo…

Virulo. Tu mamá que era una delicia, Consuelito para mí ha sido de las más exquisitas humoristas.

Amaury. Bueno, gracias.

Virulo. La verdad, porque era una ricura oírla, una mujer tan simpática, sin tener que decir groserías. Creo que a lo mejor últimamente las mujeres le tienen un poco de miedo a la carga de grosería que ha agarrado el humor, eso es una cosa que a mí, por lo menos, me lastima, no me gusta, es innecesario. Creo que hay que rescatar la gracia natural que tiene este país que te encuentras gente graciosísima en todas partes, donde menos te imaginas. La gente es graciosa de una manera natural, sin que haya groserías.

Amaury. Sí, ahora se meten con el público, es una cosa de lo más rara porque he estado en algunos espectáculos y he visto a un humorista que de pronto le dice una grosería al público y el del público se ríe.

Virulo. Se ríen de nervios, porque eso también es un juego desleal, porque tú estás con un micrófono delante de una gente, te metes con alguien ¿qué hace el tipo? Si pierde los estribos meterte un botellazo por la cabeza o si no, pues se hace el bobo, se hace el que, ja, ja, ja y se rió. Creo que es una risa que tiene más que ver con el nervio que con que el tipo esté disfrutando, o al menos, hay gentes tan imbéciles que pueden disfrutarlo, que bueno, felicidades. Ese es su problema.

Amaury. Tú sabes que aquí no se admite la cámara escondida, en todos los países del mundo la gente termina riéndose, pero aquí trataron de hacer una vez un programa y la gente se puso brava. ¿Por qué tú crees que el cubano que es tan humorista, tan risueño, tan jodedor -sería la palabra en cubano-, y sin embargo, no soporta que le tomen el pelo? ¿Por qué tú crees que pasa eso? Yo no le encuentro explicación.

Virulo. Yo me acuerdo un programa de cámara escondida que a mí me robaban un Lada, que yo estaba llegando a La Cecilia ¿tú te acuerdas?, me robaron el Lada y yo estaba preocupado de verdad, figúrate. Y eso todo el mundo lo gozó mucho.

Amaury. Pero nada más se hizo aquella vez.

Virulo. La gente lo gozó muchísimo y la gente se divertía muchísimo con esos programas. Recuerdo uno que se hizo con un enano y Chucho Valdés, que el enano era el contador de la luz y Chucho Valdés tenía que cargarlo para leer el reloj… ¿Tú crees que Chucho se puso bravo? Yo no me puse bravo, yo lo que cuando me di cuenta lo gocé muchísimo.

Amaury. Óyeme, Virulo, tú estuviste muchos años en México. ¿Cuántos, muchos?

Virulo. ¡Uff, como 17 años!

Amaury. ¿Ahí conociste a tu actual esposa, no?

Virulo. La conocí en México, pero vinimos para acá a vivir aquí, es mexicana con la que llevo ya 20 años de casado y sigo feliz, creo que sí encontré el amor de mi vida ahí. Vinimos a vivir para acá, y cuando estábamos aquí, ella quería estudiar cine y le dan a ella una beca del CCC  (Centro de Capacitación Cinematográfico) de allá de los Estudios Churubusco en México. Yo tenía dos opciones: separarme de mi mujer, que ella se fuera para  México, y yo quedarme aquí y ver lo que pasaba… Y coincide, felizmente, esta situación con que a mí me proponen hacer una cosa con Imevisión.

Amaury. Lo que hoy es Televisión Azteca.

Virulo. Lo que es hoy Televisión Azteca… Para mí era una aventura, para ella era empezar su carrera y fuimos para México. Esto fue antes del Período Especial, no fue una decisión por nada que no fuera absolutamente personal. Empiezo a trabajar con Televisión Azteca que acabé haciendo una serie que se llamó “Virulencia modulada”, que estuvimos al aire como un par de años en México.

Amaury. ¿Y la serie de HBO?

Virulo. Me llaman un día en México para decirme que estaba seleccionado dentro de un grupo de humoristas que HBO quería filmar.

Amaury. ¿Era HBO Latino?

Virulo. Sí, era HBO Latino, que se hacía en Venezuela. Fíjate, viene por Venezuela. Y entonces hago dos programas: uno que fue como una entrevista con otros tres humoristas y el otro fue un concierto mío en el Aula Magna de Caracas. Amigos míos lo han visto en Inglaterra traducido. En China con subtítulos y yo le decía: ¡compadre, consígueme una copia!, a mí me encantaría tener una copia con los subtítulos en chino. Ese programa se ha puesto en todas partes del mundo y todavía se pone.

Después iba a hacerse la segunda parte y empecé a trabajar en los Siete pecados capitales, pero después de eso ya no se hizo más, se fue HBO de Venezuela, regresaron a Estados Unidos, desapareció HBO Latino como tal y ese proyecto quedó truncado.

Amaury. Está tu hija Rocío que ya es una mujer.

Virulo. Ya es una mujer, tiene 24 años.

Amaury. Se mete conmigo en la computadora y tenemos una relación que me parece increíble tener una relación con tu hija de escribirnos por la computadora y además tienes otros dos hijos chiquitos.

Virulo. Tengo dos, mis dos mexicanitos.

Amaury. Fue una historia bien complicada que nacieran esos muchachos.

Virulo. Sí, pasamos muchísimo trabajo y fue gracias justamente a un doctor cubano, a Nelson, que además le gusta cantar, hace sus guarachas y todo eso, y que dirige el departamento de Fertilidad del (Hospital) González Coro. ¡Ay, Amaury!  Creo que es el proceso más difícil por el que puede pasar un matrimonio. El querer tener hijos y no lograrlo. Eso se llevó el tabaco mío que fumaba, se fue en esa corrida, dejé de fumar y operaciones van, operaciones vienen… un tratamiento que yo compadezco a la gente que está pasando por eso, nosotros estuvimos muchos años con eso, estuvimos como cinco años.

Amaury. ¿Y cómo conociste al doctor Nelson?

Virulo. Al doctor Nelson yo lo conocía como cantante, por las guarachas, pero yo no sabía que era un especialista tan grande y un día él está en México, y me llama. Le digo, ¡ven a comer a la casa! Lo voy a buscar y estamos en la casa conversando y le contamos que estábamos tristes por lo que estábamos pasando y él dice: ¡Tráeme la radiografía esa! Entonces se pone a ver. “Oye, pero esto no es nada”. Y yo, pero, compadre, ¿cómo que no es nada? Y me dice: “Vete para Cuba, yo opero a tu mujer y vas a ver”.

Efectivamente, vinimos aquí, se operó y me dijo: en seis meses se embaraza; a los dos meses estaba embarazada.

Amaury. ¿Y cómo te sientes de papá? Digo, tú todavía estás joven y estás rozagante.

Virulo. No tanto, no tanto.

Amaury. ¿Tú eres del 55?

Virulo. Tengo 55 años.

Amaury. ¡Ah, no, yo llevo la cuenta, yo sé que tú eres menor que yo!

Virulo. Pero poquita cosa, un año.

Amaury. ¿Cómo es eso? Ya Rocío grande y de repente dos niños chiquitos, o sea, empezando nuevamente.

Virulo. Claro, lo que pasa es que son dos hijos muy queridos, muy buscados, que nos llenaron de felicidad, a mi mujer y a mí.  Nosotros estamos vueltos locos con los niños, gozándolos, disfrutándolos. Mi vida se ha convertido en que mis hijos sean felices.

Amaury. ¿Cuántos más vas a tener?

Virulo. No, ya. Oye, si esos dos me tienen noqueao. Tú no sabes lo que es volver a las malas noches, Amaury. Llevamos cinco años de dormir más o menos. Es volver a agarrar la pelea, es un tren de pelea que no es fácil. A mí me tienen vuelto loco los dos chiquitines esos.

Amaury. Volvemos a la carrera. ¿Tú sientes que hay continuadores en Cuba para el tipo de humor que tú haces con la guitarra, la música, la voz?

Virulo. Sí, creo que el género este que hago, que es en definitiva de alguna manera lo que hacía Ñico Saquito, lo que hacía el Guayabero, con sus diferencias naturales del nivel cultural, del tiempo, de la época, de todo eso… Sí, hay muchachos jóvenes haciendo cosas… Jorge Díaz es muy simpático lo que hace, las canciones que hace. Creo que es un género difícil en el sentido de que hay pocos músicos que se dediquen a hacer humor, pero está presente tal vez en la obra de mucha gente, desde Formell, que tiene mucho sentido del humor en algunas de las cosas que hace.

Desde todos los salseros que de alguna manera está presente el humor. Creo que hasta en el reguetón está presente el humor. Hay un grupo por ahí que se llama Cola Loca, creo que es de unos santiagueros que están arrebataos, que tienen lo de “quítame la sal, padrino”, muy gracioso, muy simpático. El humor en la música yo creo que es una cosa que nunca va a morir, siempre va a estar presente y va a haber una continuidad de lo que yo hago, quién sabe de cuántas maneras.

Amaury. Cuando tú estás tanto tiempo fuera de Cuba -y has estado un tiempo en Venezuela y un largo tiempo en México-, ¿has sentido que le pierdes el pulso a la realidad cubana, a la manera de reírse del cubano? ¿Tú sientes que va cambiando?

Virulo. De repente hay cosas que no entiendo, porque aquí las cosas cambian muy rápido, la realidad callejera, estar en la calle en Cuba, tú tienes que estar en Cuba, esa es una cosa que sí, de repente cuando te metes mucho tiempo fuera, después te cuesta trabajo. Ya sabes más o menos por donde van las reglas del juego, pero es muy difícil, porque esto cambia diariamente de acuerdo a cómo cambia la vida y de acuerdo a cómo cambian las cosas.

Y para mí es muy importante sentir ese pulso. Buscar, porque tú lo que haces como humorista es hacer un consenso y eso es lo que de repente extraño. Esas mismas herramientas yo las uso en México, las uso en Venezuela, en España. Las antenas esas que se dicen que tú subes a un escenario y tienes que estar con las antenas para saber qué siente la gente y por dónde lo siente, y qué cosa darle y qué cosa no darle.

Amaury. Bueno, aquí en esta última pregunta, yo soy el vocero del sentido popular, ¿dónde tú vives?

Virulo. Yo vivo en Cuba, yo vivo ahí en el Vedado, no voy a dar la dirección.

Amaury. No des le dirección porque te caigo ahí por las noches y yo hablo tanto, tanto, que ni a mí me la des.

Virulo. Yo vivo aquí en Cuba desde el año 2008, mi esposa y yo decidimos venir a residir aquí en Cuba. Tengo muchas cosas en México y voy mucho a México, fueron muchos años, 17, 18 años en México. Dejé muchas cosas ahí, muchos trabajos.

Amaury. Además está la familia de tu mujer, que es también tu familia.

Virulo. Y está la familia de mi mujer, mi familia y vamos a mantener esa cercanía con México que no se va a perder nunca y vamos a estar temporadas allá y temporadas aquí, pero básicamente estamos viviendo aquí, en Cuba.

Amaury. ¿Y por qué tomaste esa decisión?

Virulo. Tomé esa decisión… ¿por qué no?, de la misma manera que estuvimos un tiempo viviendo fuera de aquí, ¿por qué no estar viviendo aquí?

Amaury. ¿Es tu derecho, no?

Virulo. Es mi derecho y además me siento muy bien en mi país, me siento muy bien en Cuba. Necesito ese pulso que durante tanto tiempo no sentí, volverlo a sentir. Y sentirlo con toda la intensidad y responder a lo que necesite mi gente también.

Amaury. Bueno, pues te doy las gracias, mi socio. Todo mi cariño, te agradezco que hayas venido, tú sabes que te quiero mucho.

Virulo. Yo también te quiero mucho, Amaury.

Amaury. Hay muchas historias compartidas.

Virulo. Muchas historias.

Amaury. Gracias, Virulo.

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