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Abrazos entre textiles

Abrazos entre textiles

Por Ricardo R. González

Fotos: Ramón Barreras Valdés

Tres días de sesiones entre los textileros cubanos en el centro de Cuba bajo esa mancomunión deseada por años convertida ya realidad. Memorias y expresiones de reencuentros durante el evento técnico de innovación en la Industria Textil con sede en Villa Clara. Cada uno portador de experiencias, aportes, y también envueltos entre los múltiples crucigramas enfrentados por la rama que no escapa de marcadas limitantes sin resolverse por arte de magia.

Un punto en el programa que llevó a recorrer la Empresa Textil Luis A. Turcios Lima (SAREX), fábrica que respira aun su cumpleaños 60 años cuando, el 14 de enero de 1963, sus maquinarias iniciaron la producción a partir de sacos de kenaf, luego de su fundación por el Che en su ejercicio como Ministro de Industrias.

Desde entonces ha llovido bastante, y un ingeniero industrial asume la conducción general de la entidad en tiempos verdaderamente difíciles; sin embargo, Javier Acosta Ruiz reafirma que, a pesar de los pesares, «SAREX resulta una empresa en desarrollo indetenible».

En la actualidad el 90 % de las materias primas utilizadas vienen de ultramar para tres renglones productivos básicos que incluye el saco de

polipropileno, única entidad que lo produce en el país, las frazadas de piso y los cordeles, aunque esta última línea está paralizada por falta de financiamiento.

La nómina del colectivo la conforman 235 trabajadores, casi la mitad son mujeres y también cuenta con potencial joven menor de 35 años en tres turnos de labor que por las propias condiciones tecnológicas de la industria ha favorecido multiplicar los resultados productivos.

SAREX no da la espalda al empleo de la ciencia porque reconoce que sería luchar contra corriente, por ello avala sus 16 proyectos de innovación en alianzas con INTERFAZ S.A. y la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, y para 2030 esperan producir entre 80 millones y 100 millones de sacos a fin de cubrir la demanda del país y exportar 15 millones.

Entre los principales clientes del saco figuran AZCUBA, el MINAL, la Agricultura y la Geominera en el caso específico de la sal, así como los productores de carbón entre los que existe gran demanda con vistas a la exportación.

Se incorpora, además, el saco laminado para fertilizantes y otros productos en polvo, muy demandados por la zona especial de desarrollo de Mariel a la que se le garantiza un millón 100 mil unidades como destino priorizado.

En el caso de las frazadas de piso se trabaja de manera exclusiva para los compromisos del turismo y otros fines ante una capacidad instalada de 1,5 millones de unidades que apenas rebasa el medio millón en la actualidad.

El director general de SAREX insiste en que las dificultades no son tanto por la falta de materias primas como de financiamiento, y alude a la producción de sacos mensuales de 1,9 a dos millones, representativos del 50 % del plan, ante los 4 millones que se pudiera hacer.

En medio de todo la institución villaclareña figura entre las altas consumidoras de energía, a tal punto que uno solo de sus dispositivos gasta en el proceso casi 6 mW, comparable con los requerimientos de un municipio de los pequeños en la demarcación villaclareña.

En otro orden, SAREX insiste y se pronuncia por las alianzas estratégicas con otras formas productivas, y no descuida la protección medioambiental a partir de un proceso limpio y sostenible porque por la propia tecnología de sus máquinas se logra el reciclaje con la utilidad de los desechos sin contaminar el entorno.

Si algo resulta sobresaliente es que en medio de producciones y de contratiempos se hace notoria la cultura del detalle con la recuperación de los identificativos de la entidad y la inclusión de una Plaza Martiana.

SAREX tiene la fortaleza, y lo reconoce Javier Acosta, de contar con parte de los ingenieros textiles, graduados en la desaparecida URSS, que se mantienen entre su fuerza laboral contra vientos y mareas, unido a un movimiento de innovadores desafiantes de encrucijadas aunque parezcan invencibles.

UNA MUJER DE ALMA TEXTIL  

Yoanka Martínez González conoce su industria al detalle. Cada rincón de la entidad le resulta familiar y permanece en ella desde la otrora era en que fabricaban sacos de kenaf.

Por algo asume la dirección de producción desde 2014, y es de esas pocas ingenieras graduadas en la desaparecida Unión Soviética que le aporta saberes a su SAREX porque así lo considera, estableciendo su sentido de pertenencia.

Recuerda cuando en el año 2000 se hizo la reconversión para los sacos de polipropileno con una primera inversión y otra en 2010 ante las capacidades productivas instaladas en aquellos momentos.

«Ahora estamos limitados y de los 60 telares que trabajaban quedan activos 35, con posibilidades de llegar hasta 40. También existen dificultades con dispositivos que intervienen en la fabricación de los sacos, mientras otros ya se encuentran fuera de servicio».

En la sección de acabado están las seis cortadoras de dichas unidades, cuatro de ellas funcionan, en tanto dos se modernizaron y están en espera de un asesoramiento técnico para su puesta en marcha.  

Yoanka alude a la impresora que distingue los sacos de la entidad a partir de sus rótulos. «Antes disfrutábamos de sus seis colores iniciales, de los cuales solo trabajan dos».

Si de aspiraciones se trata figura la de diversificar los envases de sacos en formatos más pequeños en dependencia de las preferencias de los clientes, incluso que resulten de utilidad para el comercio electrónico con sus ventas de harina, arroz, frijoles, entre otros productos.

Yoanka Martínez no renuncia a sus sueños compartidos con el resto del colectivo: aquel de repetir de nuevo al récord de la fábrica con los 52 millones de sacos y llegar a los 55 millones.

Cuando esta mujer repasa sus años le satisface expresar lo gratificante que le ha resultado vivir toda la reconversión de la empresa y esa experiencia de pasar de sacos de kenaf al plástico. «Sin dudas un aprendizaje constante».

El recorrido por esta demarcación villaclareña concluye con premisas vitales. Una, incrementar el nivel tecnológico, la innovación, disminuir el alto consumo energético con aumento en la producción, y demostrar que constituye una empresa en desarrollo continuo para obtener saldos competitivos.

TEXVI, EL OTRO EXTREMO DE LA CIUDAD

Entre SAREX y la Empresa Textil Desembarco del Grama (TEXVI) existe marcada distancia. Los puntos cardinales las separan, pero no así en confluencias productivas y en deseos de avanzar.

Aquí sesionó el centro del encuentro entre textileros del país, no sin antes apreciar lo que ocurre entre sus telares.

Como productos líderes aparecen el hilo de coser, la gasa quirúrgica, única dependencia que la asume en el país, y el tejido plano, por lo que no podía faltar en el recorrido la planta destinada al procesamiento de hilo de coser que cuenta con 392 trabajadores, como promedio, y el 42 % lo constituye el potencial femenino.

El director general del Complejo, Víctor Alejandro Pérez Fusté, dijo al reportero que el hilo tiene como destino las cadenas de tiendas TRD y otras empresas textiles con proyección nacional.

Ante limitantes muy marcadas de recursos tienen habilitado un turno de ocho horas laborales con un plan de producción de 51 t. de hilo, 12 millones de m2 de gasa y 4,2 millones de tejido plano.

En otra de sus dependencias resulta muy interesante el taller de hilo teñido, con la posibilidad de ofrecer al cliente la opción de escoger el color a partir del catálogo o muestrario establecido, sin descartar el blanqueado de las producciones.

Ramón Oscar Brito Pedraza lleva al frente de esta sección más de 34 años. Desconoce cuántas veces sube y baja las incómodas escaleras, al tiempo que se somete al intenso calor con dispositivos que desprenden hasta 130 grados de temperatura y hacen sudar.

Tecnologías japonesas, italianas y españolas conforman la planta caracterizada por un proceso centralizado que permite el ahorro de electricidad, de agua y la reducción en el tiempo de proceso, pero del que Ramón Oscar Brito, a pesar del desafiante calor y las molestas escaleras, no se separa porque forman parte de los capítulos de su vida.

Otro de los baluartes de la industria lo es María de los Ángeles García Hernández, dinámica, inquieta en sus funciones de directora técnica y de mantenimiento de TEXVI en medio de un proceso automatizado situado entre los principales de Cuba.

En su plática resalta el fuerte el movimiento de innovadores dentro de una entidad que data de 1979, fundada por Fidel. «Sin la contribución de ellos no estuviéramos trabajando», argumenta.

A este potencial se suman el movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica y un personal técnico marcado por su experiencia.

De acuerdo con la mirada de María de los Ángeles «llegar a la ciencia e innovación con nuevos productos resulta nuestro reto mayor, con una sostenibilidad que descansa en el trabajo de los innovadores».

Al igual que SAREX la «Desembarco del Granma» no descuida la obtención de producciones más limpias, con énfasis en su proceso de teñido.

Lograr alianzas para beneficio colectivo entre las textileras del país resulta una aspiración común, un incentivo a consolidar en industrias que recurren a materias primas provenientes de mercados foráneos.

Aun así, entre el ruido continuo de los telares, con las impedimentas actuales y los desafíos a emprender la vida textil sobrevive sin renunciar a sus sueños, quizás marcados por el alma indiscutible que caracteriza a los textileros.

PIE DE FOTOS

1.- El potencial femenino caracteriza a la industria textil villaclareña.

2.- Un intercambio en SAREX entre la directiva de la institución y Solangel Guach Martín, vicepresidenta primera del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL).

3.- Ramón Oscar Brito Pedraza quien lleva más de 34 años al frente del taller de hilo teñido en la Textilera Desembarco del Granma. «Aunque el color solicitado no esté presente en nuestra gama, que resulta bastante amplia, el cliente será complacido», afirma.

4.- «El plan asciende entre 45 millones y 50 millones de sacos anuales, pero en tiempos tan difíciles tenemos una asignación de 28,8 millones que representa un 52 %, precisa Javier Acosta Ruiz, director general de SAREX.

5.- La mirada experimentada de Edio Alfonso Valhuerdiz, al frente de uno de los talleres de SAREX.

6.- Yoanka Martínez González conoce palmo a palmo cada sitio de la Empresa Textil Luis A. Turcios Lima.

7.- María de los Ángeles García Hernández, directora técnica y de mantenimiento de TEXVI.

8.- Parte de la tecnología existente en el taller de hilo teñido, apreciada por los asistentes al evento técnico de innovación en la Industria Textil con sede en Villa Clara.

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