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soyquiensoy (Ricardo R. González)

Caricia entrañable

Concluidos sus estudios Ilianet fue ubicada en Corralillo. Allí conoció a su esposo Raciel y hoy comparten la felicidad con la pequeña Vanessa.

Desde hace un año el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales cuenta con su Banco de Leche Humana para garantizar la nutrición de aquellos infantes imposibilitados de lactar. Otra historia que conjuga la voluntariedad con infinito amor.
Por Ricardo R. González
Fotos: Ramón Barreras Valdés

Segura está Ilianet Borges Avilés que en sus 31 años nunca fue tan feliz como el día en que le dijeron: «Vas a ser mamá». Era la expresión que deseaba escuchar desde hacía mucho tiempo y la vida la premió.

Todo transcurría normal hasta la semana 14 de gestación en que la presión arterial comenzó con sus irregularidades. Desajustes que conllevaron a un ingreso, por 21 días, en el Hogar Materno de Corralillo, donde reside. Al estabilizarse las cifras procedieron al alta, mas al realizársele el primer ultrasonido evolutivo, a las 22 semanas de gravidez, se le detectó alteraciones en el cuello del útero.

Hizo reposo, y de nuevo al Hogar Materno. Las ondas ultrasónicas persistían y reflejaban un cuello corto y abierto a las 26 semanas.

«Me trasladaron hacia el hospital Mártires del 9 de Abril, de Sagua la Grande, y luego del reconocimiento los especialistas determinaron que debía ingresar en el ginecobstétrico Mariana Grajales, de la capital provincial».

«Desde la apertura del BLH hasta el cierre de agosto totalizaban 354 madres donadoras, otras 1649 asistidas, y 118 niños beneficiados a los que se le aplicaron 588 tomas de leche donada», indica la Dra. Reyna Alodia González Velázquez.

A esta institución llegó el pasado 8 de mayo, y cuando nadie lo esperaba el parto tocó a la puerta a los 21 días de ingresada.
«Comenzaron los dolores y a las 12:57 del mediodía nació mi primera criatura, la que tanto deseé, con apenas 29 semanas en el embrión. Prematura por completo y 2,6 libras de peso. Estuvo en Cuidados Especiales y el obstetra Rogelio Pentón Cortés siempre me explicó que la niña podía presentar diversas complicaciones, incluso se hizo lo posible por retardar su llegada, pero resultó imposible».

Ilianet mira a Vanessa de la Caridad Pérez Borges, la arrulla. Solo el tino de una madre trasmite esos sentimientos. Sabe que su hija vino al mundo con extrema gravedad. Hubo que acoplarla; sin embargo, a los tres días de nacida se le retiraron los dispositivos al poseer maduración pulmonar.

«Cuando todo parecía que nos abrazaba la paz la pequeña me hizo una recaída. Estaba desesperada. El colectivo me dio mucha fuerza, apoyo y vencimos. Yo me siento… (un largo paréntesis en el que acompaña el llanto) y se inclina para besar a la pequeña. Aun llorosa retoma la plática, y concluye: «Estoy muy agradecida de todo el personal del servicio de Neonatología y del resto del Hospital. Gracias a ellos tengo a mi criatura».

Por suerte cuando realizábamos el trabajo llegó Raciel Pérez Rodríguez, el esposo de Ilianet y padre de Vanessa, quien también contempla el milagro de que ahora el peso de la niña ronde casi por las cinco libras en sus 108 días de existencia, por lo que en breve los facultativos procederán al egreso, en tanto la niña recibirá un seguimiento por consulta hasta que comience a caminar.

«El 7 de julio me la pusieron al pecho por primera vez, sentí las emociones de madre con mayor intensidad, fue algo maravilloso, y todo el tiempo anterior recibió el alimento procedente del Banco de Leche Humana (BLH). Tenía una cantidad enorme, a los dos días de parida los senos comenzaron a dolerme, y me dije: ¿por qué no la voy a donar?

«Contacté con la Dra Reyna González Velázquez, al frente del BLH, para recibir las orientaciones pertinentes. A partir de ese momento inicié la estimulación, los masajes y ejercicios y comenzó a bajar la leche».

— ¿Alguien te obligó a donarla?

— Lo hago con total voluntariedad, al no podérsela ofrecer a mi niña que sirva de utilidad para otros infantes necesitados.
Desde la Sala Piel a Piel, considerada por los especialistas como un privilegio de la institución, mima a su hija en lo que constituye el contacto satisfactorio e ideal de la madre con su descendencia.

Así dejamos, entonces, a Ilianet, a Raciel y a Vanessa para que disfruten del enorme privilegio de ser padres.

CAUSAS Y AZARES

Hace ya un año se inauguró la experiencia del BLH en Villa Clara, en plena jornada por la Semana Internacional de la Lactancia, y su colectivo habla de resultados a partir de una variante que ofrece y asegura la nutrición óptima de infantes en condiciones de vulnerabilidad asociadas al bajo peso, a malformaciones congénitas, a los hospitalizados en servicios de Neonatología o de terapias intensivas, y para aquellos que, por características particulares, sus madres no pueden ofrecerles el noble acto.

El almacenamiento de la leche materna es fundamental para garantizar su seguridad, sometiendo cada donación a un proceso de clasificación, pasteurización y control de calidad antes de congelarla. En la foto la licenciada en enfermería Yanelis Jiménez Charón muestra parte del proceso.

La Dra. Reyna subraya que la dependencia fue abierta en agosto pasado desde el punto de vista estructural, aunque la primera donante asistió el 24 de noviembre,

«Así comenzó el proceso, con la recolección de toda la leche que las madres puedan donar voluntariamente luego de abastecer a su bebé. Ese producto es suministrado a los pequeños, a través de diferentes métodos, luego de su entrega para someterlo a un proceso físico, químico y bacteriológico de pasteurización previo a su almacenaje por espacio de seis meses a un año».

Pero el hecho no es tan simple. Las acciones demandan sumo cuidado y paciencia porque debe seguirse cada parámetro de calidad en un trabajo que abarca los siete días de la semana a favor de comprobar si el producto está apto para el consumo o, de lo contrario, debe desecharse.

«Hay que clasificar la leche destinada a los prematuros en diferentes fases: calostro, de transición y madura, con el objetivo de garantizar la lactancia exclusiva apoyada en los contenidos de grases y calorías necesarios», precisa.

NUEVE MUJERES

Para reafirmar la ternura son nueve las mujeres integrantes del colectivo entre enfermeras, microbiólogas, asistentes directas a las madres para extraer la leche, una auxiliar general y una doctora.

— Si de resultados se trata…

— Las donantes asisten una o cuántas veces desean durante el día, y cuando parten de alta queda un número de expediente a fin de continuar el noble propósito, ya que pueden hacerlo hasta dos o tres años posteriores al alumbramiento.

— ¿Toda mujer puede ofrecer su leche?

— Existen limitantes. No es factible ante enfermedades crónicas ni en aquellas con accesos en las mamas, y las rH positivas, entre otras.

«En la unidad contamos con un registro, en el aparece la primera participante, Daniesky Rivero Dreke, junto a 12 madres destacadas.

«Por suerte tenemos a Ilianet quien ha roto los récord al donar casi 23 litros, y otra mamá que despunta como relevo. Ella es Katia López Espinosa que en 15 días ha entregado cuatro litros de leche».

— ¿Algún hecho significativo?

— Enfrentamos múltiples afecciones y niños muy graves, pero tuvimos un embarazo gemelar de Sancti Spíritus que resultó complejo. Uno de ellos hubo que trasladarlo hacia Villa Clara para realizarle una intervención quirúrgica que no admitía espera, mientras la mamá y el otro gemelo quedaron en su provincia. Al operado se le garantizaron todos los cuidados necesarios, incluida la leche. Hoy goza de bienestar y queda el hecho para la historia.

Estas unidades laboran los siete días de la semana. Yolexis Romero Rodríguez, también licenciada en enfermería, en franco período de conservación de la leche ofrecida.

El BLH también asiste a las progenitoras con nociones de Educación para la Salud, al tiempo que enseña los hábitos y posiciones correctas para lactar, junto a otro tipo de directrices encaminadas a las madres que acuden en busca de ayuda.

El hecho de contribuir con el universo de la lactancia es agradecido, por lo que mucha razón tuvo aquel anciano que, lleno de luz, comparó el acto de una madre hacia su hijo como una especie de caricia sensible, y a la vez entrañable.

MEMORÁNDUM

— No es igual la leche que se dona de día que en la noche. Esta última garantiza el aumento de peso del niño, y la diurna mejora los desbalances inmunológicos.
— El sabor de la leche materna cambia en función de la dieta de la madre, lo que favorecerá que el recién nacido acepte nuevos incentivos en su paladar cuando llegue la época de introducir la alimentación complementaria.

— La subida de la leche no se produce hasta pasadas unas 48 a 72 horas del parto. Durante ese primer tiempo el pequeño se alimenta de calostro, un líquido amarillento rico en grasas, inmunoglobulinas e hidratos de carbono.

CONTRASTES

El primer BLH se creó en Viena en 1900 para dar paso a uno en Boston (1910), Buenos Aires (1921), Río de Janeiro (1943), y así poco a poco en otras naciones; sin embargo, a pesar de su importancia el proceso ha sido lento.
En 1998 Brasil desarrolló su proyecto de red de Bancos de Leche Humana para constituir el complejo más poderoso en la actualidad. Chile, por su parte, lo inició en algunas maternidades y hospitales pediátricos hasta 1988, y solo una institución lo mantuvo más años.
Por el continente africano, existen muy pocas iniciativas, y de acuerdo con el informe de EFE en España el primero de su tipo surgió en 2001.
Por lo visto la historia de estas potencialidades es poco conocida debido a la falta de información y publicidad.

¿Tenemos o no nuestras Razones?

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