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soyquiensoy (Ricardo R. González)

Sagua canta su Vereda tropical

El hotel Sagua retoma su policromía en el centro histórico de la urbe. Fue considerado uno de los más suntuosos de la época que registró entre sus huéspedes a Gertrudis Gómez de Avellaneda, al poeta español Federico García Lorca, y a la actriz francesa Sarah Bernhardt, por citar algunas de las glorias de la cultura nacional y universal.

Por Ricardo R. González

Fotos: SMB y Ramón Barreras Valdés

Quizás hubiera sido la ciudad más pintoresca de la demarcación villaclareña si la telaraña de los años y la rutina de verla cómo perdía sus encantos no fueran algunas de las causantes de su paulatino deterioro.

Por suerte la historia queda atrás, aunque no se olvida. La urbe revive y tratan de devolverle el encanto a sus principales inmuebles, ese que nunca debió escapar entre edificaciones que combinan en pura complicidad los rasgos del Neoclasicismo, el Eclecticismo y ciertos detalles propios del Art Deco como estilo característico de aquellas plazas que vieron la luz en el siglo XIX cubano.

Ya no es la Sagua de señoras vestidas con largos ropajes ni de caballeros portando guayaberas y sombreros de jipijapa mientras paseaban por el parque central. Los tiempos corren, y es increíble como el Hotel Sagua ha ido cambiando su imagen. De la mugre de las paredes e interiores se empina majestuosa su fachada con el retoque de elementos tradicionales y la combinación de un color beige y blanco que figura entre los más utilizados en materia de decoración. Según expertos llegó a ser uno de los lujosos de la época y el más moderno de la región debido a su equipamiento, mobiliario y diseño.

Dentro de poco la instalación se insertará al destino turístico sagüero como parte de la 38 Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba 2018) que, esta vez, escoge, del 2 al 6 de mayo, las locaciones villaclareñas.

Aunque el «Sagua» fue concebido en 1925 por la Compañía de Seguros y Finanzas de la localidad a un costo de trescientos mil pesos. La construcción tardó solo dos años en completarse, pero nunca contó con una piscina como se incluye ahora.

De acuerdo con las previsiones tendrá 45 habitaciones que recibirán sus primeros huéspedes en fecha futura, a pesar de que ya cuenta con algunas casi concluidas para resultar operado por la cadena Cubanacán.

Las jornadas han sido duras. Horas prolongadas bajo los efectos de un sol radiante e intenso calor. Hombres empapados de sudor como malabaristas desde las alturas, con la debida protección pero jugándoselas a expensas de todo. Lo saben los proyectistas de la Emproy Vc, y los ejecutores pertenecientes a Emprestur y a la Filial de Mantenimiento Constructivo (CITUR) de Varadero—Cienfuegos, y de Holguín.

Edificado en 1925 e inaugurado dos años después mantendrá sus cuatro niveles para el que se reserva el restaurante en la primera planta y el resto destinados a los aposentos a los que se podrá llegar por la clásica escalera de caracol o mediante el ascensor. Un detalle que no estuvo en el proyecto original y está incluido en el actual es la piscina en un área aledaña.

Observe la belleza interior del Palacio Arenas y el formidable trabajo de retoque a fin de devolverle su vitalidad. Estas incorporaciones hoteleras posibilitarán la creación de unos 250 empleos una vez en funciones.

Otro movimiento constructivo se aprecia muy próximo a este sitio emblemático. El Palacio Arenas Armiñán, identificado también como Palacio Arenas o Castillo Arenas. Una edificación eclética ideada, primeramente, como residencia y considerada una de las siete maravillas de la arquitectura villaclareña, a lo que se suma su distingo al ser el más representativo exponente del Art Nouveau en la ciudad patrimonial.

Aun en ruinas era majestuoso, sorprendía por la extensión y su fachada con materiales importados desde Europa que ni el marcado deterioro ni el paso del implacable ocultaron en su totalidad, y para hacerlo más célebre entre sus principales ejecutores se incluyó a una personalidad vinculada a la construcción del Capitolio Nacional.

Cuentan los lugareños —cuyas memorias están recogidas en apuntes de la época— que la instalación comenzó a edificarse en 1918 bajo el encanto del detalle y con valores excepcionales en esa mezcla de elementos decorativos que tomaban diferentes estilos como el islam, el barroco y el propio Art Nouveau.

Los visitantes quedaban atónitos al constatar los zócalos de la fachada, los vitrales multicolores, las rejas de hierro fundido, y la peculiaridad de sus pisos y mamparas integradas al resto del conjunto decorativo.

Las historias de cómo ha sido el día a día hablan de tenacidad. Un lugareño conocedor de cada detalle como es Carlos Espinosa Aguiar da fe del meticuloso proceso de restauración ante las complejidades de un interior dotado de pinturas murales, y de pinceladas ornamentales en entrepisos y paredes.

Como vicepresidente del Consejo de la Administración Municipal, prevalece el exquisito trabajo de carpintería y la policromía que juega con el as de luz en sus interiores.

Una vez concluida su restauración, por parte de la Empresa de Contratación y Logística Habana, el hotel se comercializará bajo el sello de lujo Encanto, perteneciente a la corporación Cubanacán.

MÁS ALLÁ DE UN COMPLEJO HOTELERO

La amplia diversidad del turista no concibe segmentos monotemáticos o de reducido espectro. Turismo es más que sol, más que playa, más que rones y cocteles clásicos. El visitante quiere conocer las particularidades del lugar, mezclarse entre las calles, compartir las alegrías, compartir el buchito de café si es brindado, y ver lo negro y lo blanco de un país.

Por ello Sagua la Grande revoluciona también el parque La Libertad — enclavado en el centro histórico y declarado Monumento Nacional en 2011— con una nueva plataforma que eliminó árboles legendarios cuyas raíces hicieron de las suyas con el pavimento. Hubo que corregir ciertas irregularidades en el hormigón para evitar problemáticas con el drenaje como preocupación lógica de muchos, sumado a la ambientación con bancos y luminarias aprobadas por Patrimonio, mientras el proyecto contempla para más adelante su pérgola además de una fuente, como existía en el plano original, sin descuidar las áreas verdes.

En la ciudad se remodelan centros gastronómicos, del Comercio, tres cuadras del bulevar, e instituciones recreativas o con determinadas finalidades como El Gran Rey, una cafetería con servicio de excelencia para la venta de alimentos ligeros y bebidas perteneciente al grupo extrahotelero Palmares, así como la Casa del Tabaco, el café Cubita, y un bar de alta categoría, en Martí esquina a Colón, entre otras.

Carlos Espinosa Aguiar, como lugareño conocedor de su ciudad.

Pero no se concibe una ciudad sin respirar cultura, y menos alejada de una tradición casi única. Allí están el museo histórico José Luis Robau López, en honor al general mambí y luego Gobernador de Las Villas, el de la música Rodrigo Prats Llorens, ilustre compositor de esta tierra y quien aparece entre los encumbrados creadores del danzón y la zarzuela cubana.

Que interesante recorrer las salas y encontrar algunas de las pertenencias del autor del famoso bolero Ausencia o de la antológica pieza Una rosa de Francia que con su «suave fragancia» le ha dado la vuelta al universo.

Y alguien que sin dudas eleva la estirpe sagüera en el panorama cultural es Antonio Machín, cuyo nombre real fue ‎Antonio Abad Lugo Machín, ese pródigo cantante establecido en España y que aún muchos le atribuyen la nacionalidad ibérica.

Nada de eso, Machín fue (y es) un genuino cubano. Nació en la Villa del Undoso el 11 de febrero de 1903, y recreó con su voz obras clásicas como Angelitos negros, El Manisero, y Toda una vida, por citar algunas.

A pesar de su permanencia en España nunca olvidó su terruño. Prueba de ello es su disco Antonio Machín canta a Cuba, una exquisita selección en la que incluyó Dos gardenias y Plazos Traicioneros, sin olvidar la que dedicara a su cuna natal: «En Cuba// Sagua la Grande// con acento emocionante// quisiera cantarle a ti».

Y entre los grandes, el recordatorio para Ramón Solís Fernández, el insigne flautista congratulado con Medalla de Oro del Conservatorio de Madrid, y con lauros en París, entre otras distinciones.

Otra mirada diferente nos lleva a detenernos en una de las céntricas esquinas de la localidad donde se ultiman detalles en la galería de arte Wifredo Lam y Castilla, merecedor de la mayor reverencia al estar considerado el más universal de los pintores cubanos y maestro en la integración de los elementos africanos y chinos existentes en la isla.

Diferentes instituciones culturales como la Casa de la Cultura Enrique González Mántici, los cines Alkazar y Sagua, y otros objetivos también reciben las necesarias renovaciones. Lástima que entre estas nadie se pronuncie por la Biblioteca Municipal Raúl Cepero Bonilla como fuente inagotable del conocimiento y que merece ocupar su lugar en la villa.

Más allá de la demarcación citadina no están relegadas determinadas acciones en poblados cercanos como Sitiecito con determinadas remodelaciones, o en Nueva Isabela e Isabela de Sagua duramente castigada por el implacable huracán Irma que dejó al poblado prácticamente devastado.

En Isabela está prevista la construcción y montaje de la Marina Marlin S.A. con un ship chandler (proveedor de embarcaciones), un almacén y local aropiado para la recepción del turista, en tanto se trabaja en la adaptación del muelle para el atraque de unas 10 embarcaciones en sus primeros momentos.

Habrá modalidades para quienes deseen pernoctar en el recinto, mientras en otros casos servirá de tránsito a fin de realizar la travesía en el catamarán, procedente de Cayo Santa María, para su salida hacia Esquivel.

                    El Parque La Libertad también figura entre los objetivos que se revitaliza en la villa.

Este islote no queda a la zaga. Admirable por sus aguas en extremo transparentes y la excelente combinación de tonalidades entre verdes y azules sin perder su arena fina. En medio de este panorama sin igual dispondrá de un ranchón con ofertas gastronómicas, almuerzos y comidas ligeras para unas 150 personas, además de otras opcionales que se irán incorporando en la medida de las posibilidades.

Ya se dan los toques finales en Isabela de Sagua al montaje de la Marina Marlin S.A. con un ship chandler (proveedor de embarcaciones), un almacén y local apropiado para la recepción del turista, en tanto se trabaja en la adaptación del muelle para el atraque de unas 10 embarcaciones en sus primeros momentos.

Y como en el amplio diapasón de la cultura entra también las artes culinarias sería imperdonable visitar Isabela y no llegar hasta el Caney para degustar un exquisito menú a base de pescados y mariscos, aunque aparecen también las ofertas de la comida criolla.

Para William Hermida Abreu, al frente de sus 23 trabajadores desde hace cuatro años, el plato tradicional es el filete costa norte con jamón y queso Caney o un delicioso arroz con mariscos, entre los más demandados.

Enhorabuena por Sagua y sus moradores. La ciudad que mantiene la tradición de volantas y bicicletas para disputarse honores con la homóloga matancera de Cárdenas, la tierra del eminente urólogo Joaquín Albarrán y Domínguez, y de Concepción Campa Huergo, la autora de la única Vacuna antimeningocócica efectiva en el mundo para el grupo B, y de Jorge Mañach Robato, eminente intelectual, escritor, político y periodista.

Sobre estas ilustres cunas, y las de otras de sus hijos como el Comandante Victor Dreke Cruz y la de sus mártires caídos en diferentes etapas se escribe, entre muchos, la historia de la Villa del Undoso, la que hoy tiene razones para cantar a toda voz su Vereda tropical.

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